Todas las pistas en los hechos de hoy, viernes 22, apuntaron a un brutal atentado terrorista perpetrado con un plan de provocar caos y una matanza masiva disparando a quemarropa. El primer balance de víctimas apunta a 40 muertos y 100 heridos. Muchas personas fueron fusiladas a quemarropa.
Un grupo de hombres armados abrieron fuego en un concierto de rock en un suburbio de Moscú, dejando muertos y heridos antes de que un gran incendio se extendiera por el teatro. Los atacantes, vestidos con trajes de camuflaje, entraron en el edificio, abrieron fuego y arrojaron una granada o una bomba incendiaria, según informó un periodista de la agencia de noticias RIA Novosti.
Hace dos semanas, Estados Unidos y Reino Unido habían advertido que un atentado de estas características era inminente.
Las Embajadas de Estados Unidos y del Reino Unido en Rusia lanzaron el 8 de marzo un aviso urgente sobre la posibilidad de un ataque terrorista en Moscú. Este anuncio instaba a los ciudadanos estadounidenses a mantenerse alejados de concentraciones masivas dentro de las siguientes “24 a 48 horas”.
En una actualización de seguridad, se mencionaba que se habían recibido informaciones sobre planes de ataques extremistas, posiblemente dirigidos a eventos concurridos en la capital rusa, como conciertos. Las alertas no proporcionaron detalles específicos sobre la naturaleza de la amenaza o los posibles autores detrás de ella. Las representaciones diplomáticas aconsejaron a los ciudadanos permanecer vigilantes y seguir las actualizaciones de los medios de comunicación locales para estar informados.
Por otra parte, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia reveló el pasado 7 de marzo que frustró un atentado, presuntamente planeado por el Estado Islámico, contra una sinagoga en Moscú, acción en la cual los sospechosos fueron neutralizados. No se sabe si el atentado frustrado tiene alguna relación directa con las advertencias emitidas por las embajadas estadounidense y británica.
Las embajadas también han emitido recomendaciones para que los ciudadanos estén alerta a su entorno y eviten zonas de alta concurrencia.
“La embajada está monitoreando los informes de que los extremistas tienen planes inminentes para atacar grandes reuniones en Moscú, incluidos conciertos”, se especificó en la web de la Embajada de Estados Unidos, resaltando la seriedad de la alerta emitida.
El presidente Vladimir Putin, que extendió su control sobre Rusia por otros seis años en las elecciones presidenciales del 15 al 17 de marzo después de una amplia represión contra la disidencia, a principios de esta semanadenunció las advertencias occidentales como un intento de intimidar a los rusos.
Esta situación se inscribe en un contexto de tensiones exacerbadas entre Rusia y Occidente, en particular con Estados Unidos. La invasión de Ucrania ha marcado el punto más crítico de estas fricciones desde la Crisis de los Misiles Cubanos de 1962.
Mientras tanto, la Embajada de Estados Unidos mantiene su recomendación para que los ciudadanos estadounidenses abandonen Rusia lo antes posible, evidenciando la seriedad con la que se está tomando la alerta de seguridad. La situación continuará siendo monitoreada de cerca, a medida que las autoridades rusas y representaciones extranjeras en el país evalúan la evolución de la amenaza.
Las pistas de los autores
— Tanto el Gobierno de Ucrania como el Cuerpo de Voluntarios Rusos, unidad que combate junto con Kiev contra el Kremlin en la invasión de Ucrania, han negado haber participado en la matanza.
— Opositores a Putin apuntaron que el líder ruso ha preparado en el pasado otros atentados para justificar la guerra en Chechenia.
— Los Servicios de Inteligencia (GUR) del Ministerio de Defensa de Ucrania han apuntado que detrás del atentado pueden estar los servicios secretos rusos. El portavoz del GUR, Andrii Yusov, hizo referencia a los atentados islamistas de 1999 que la oposición rusa asegura que fueron un complot del FSB y de Putin.
— Pueden ser yihadistas de la región de Ingusetia. Milicianos del Estado Islámico, enemigos del movimiento Talibán, ahora apoyado por Moscú.
— Otros analistas apuntaron a Hechos de Hoy, la posible autoría de milicianos del Caúcaso Norte que lucharon con Estado Islámico en Irak y Siria y luego regresaron a la Federación Rusa.