Decisión justica en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián con la Concha de Oro para película española Magical Girl, de Carlos Vermut. Logró además la Concha de Plata al mejor director, un honor que no se producía desde 1997 con Claude Chabrol y su película Rien ne va plus.
Carlos Vermut llegó al cne desde el dibujo y la ilustración, su pasión por el manga, la palabra japonesa para designar a las historietas en general. El manga japonés constituye una de las tres grandes tradiciones de la historieta o comic junto con la estadounidense (Superman) y la franco-belga (Tintín). El manga recoge una amplia variedad de géneros, llegando a públicos diversos.
Magical Girl está ambientada en el Madrid de la crisis con un homenaje a la cultura de los tebeos japoneses que ama Carlos Vermut, el manga Maho Shojo (Niña mágica). Son las historias de las niñas que se transforman en hadas. Magical Girl es una historia que desconcierta y engancha, que fascina y crea desasosiego a la vez. Narra en esencia la historia de un hombre que esta dispuesto a lo que sea con tal de hacerse, para su hija enferma, con un vestido de la serie japonesa de la que es fan. Su precio es prohibitivo para un hombre que tiene que vender sus libros para comer.
Carlos Vermut cabalga sobre una trayectoria de extraordinaria velocidad. Considerado como director indie, con 25.000 euros convirtió en realidad su primera película, Diamond Flash, que sólo se pudo ver a través de plataformas de Internet. San Sebastián le encumbró con su segunda obra que es un profundo homenaje a los manga, el universo de los héroes japoneses de papel. Es un talento sólido y representa esa nueva línea, elogiada por críticos a Hechos de Hoy, de visualizar en papel las historias para que luego salten a la acción, la voz y la vida.
La película está protagonizada por Luis Bermejo, José Sacristán, Bárbara Lennie y Lucía Pollán. Son los personajes de un mundo que saltó del papel a la realidad: una trama de chantajes, una joven seductora con desórdenes mentales, y un expresidiario y profesor retirado. San Sebastián ha reconocido también -en doble éxito del cine español- a La isla mínima de Alberto Rodríguez con la Concha de Plata al mejor actor para Javier Gutiérrez y el Premio a la mejor fotografía para Álex Catalán. La Concha de Plata a la Mejor Actriz fue para la intérprete danesa Paprika Steen por su papel en Silent heart. San Sebastián firmó la buena salud del cine español con lo popular y lo culto, y un pulso narrativo que en el caso de Carlos Vermut es realmente excepcional.
