Cuatro personas, tres sacerdotes y un seglar -profesor de Religión-, fueron arrestadas por la Policía Nacional este lunes por su presunta implicación en un caso de abusos sexuales a un menor en el que el papa Francisco intervino directamente apartando a los religiosos acusados. Un joven de 24 años denunció el pasado mes de octubre ante la Fiscalía años de abusos sufridos cuando era un menor.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, confirmó ante los periodistas los cuatro arrestos, pero no quiso dar detalles sobre los detenidos al estar el caso bajo secreto de sumario. Los cuatro detenidos han quedado incomunicados en dependencias de la Jefatura Superior de Policía en Granada y pasarán a disposición judicial en un plazo máximo de 72 horas.
El joven escribió al papa Francisco una carta en la que le narró lo que había vivido y el Pontífice le telefoneó en dos ocasiones para pedirle perdón en nombre de la Iglesia y para obtener más información. Después ordenó al arzobispado de Granada apartar del ministerio a los sacerdotes acusados.
"La máxima jerarquía de la Iglesia, el Papa, ha sido quien precisamente ha sido más beligerante para que este caso saliera a la luz", aseguró el ministro del Interior. La Justicia investiga a 12 personas, entre religiosos y seglares.
El grupo actuaba de forma parecida a una secta. Captaban a monaguillos para supuestamente infundir vocación religiosa y los sometían a abusos sexuales en grupos.
Entre los arrestados estaría el presunto cabecilla de ese grupo, conocido como Los Romanones, que contaba con una veintena de casas y apartamentos en la provincia de Granada, al parecer, una herencia de una farmacéutica que dejó sus bienes a este grupo.
