Los Minnesota Timberwolves se han impuesto este viernes a los Denver Nuggets (97-101) pese a la ausencia del base español Ricky Rubio, aquejado de unas molestias en la espalda, y a la lesión de Kevin Love, que sólo pudo disputar 23 minutos del partido, en los que fue el mejor de su equipo y comandó la victoria.

A los Timberwolves les basta con dos menos. Ricky se perdía su segundo partido por su proceso de recuperación de sus problemas de espalda y Malcolm Lee tampoco podía jugar por una lesión en su rodilla derecha, pero los lobos contaban con afrontar el encuentro del Pepsi Center de Denver con Love y Barea.

Los Nuggets se mostraron rebeldes; jugaban en casa y tenían ganas de ofrecer una victoria a sus aficionados, por lo que pelearon en todo momento, sobre todo en la primera mitad, tras la que el partido se marchó con (43-47). La igualdad campeaba en el electrónico gracias al registro de Kevin Love, que se fue al descanso con 12 puntos y 17 rebotes.

Tras la reanudación, el ala-pívot sufrió un golpe en su mano y tuvo que abandonar el parqué, para dejarle su puesto a Barea, quien supo seguir la estela de su compañero y terminó con 17 puntos. El 7 de los Timberwolves, aunque estaba amparado por los 14 puntos de Kirilenko y los 17 de Shved, no era capaz de hacer frente a los Nuggets, que estaban dispuestos a llevarse la victoria.

El último cuarto llegó con un 70-69. Fue en ese momento cuando Barea cogió los galones del equipo y eclipsó los últimos minutos de Iguodala (14 puntos) y Lawson (16). El americano, con un triple, ponía a los suyos por delante a falta de cuatro minutos para el final (91-94) y sentenciaba el marcador tras varias jugadas sin acierto, cuando restaba un minuto para el final (93-99).