El plan Luna y Marte sigue adelante. Elon Musk y la compañía SpaceX mantienen las pruebas del cohete con el que se proyecta llevar hasta a 100 personas a la Luna y Marte.

Una enorme expectación en los hechos de hoy, de este jueves 20. El primer reto se centraba en lanzar al espacio la nave Starship con la propulsión del cohete Super Heavy, el más potente de la historia.

Una vez producido el despegue 15:30 de la tarde (hora peninsular española) desde la base de la empresa -cerca de la localidad de Brownsville, en Texas-, el cohete explotó. Pero para la compañía de Musk ha sido un éxito el lanzamiento porque “el cohete no ha causado daños”. Logró alejarse lo suficiente de la plataforma de despegue.

Para el dulo de la icónica Twitter, se ha abierto de nuevo la vía para que la ruta hacia la Luna sea masiva.. “Desintegración no programada” es el balance técnico.

La empresa ha explicado que “con una prueba como esta, el éxito se cifra en todo lo que podamos aprender, y el lanzamiento de hoy (jueves) mejorará la fiabilidad de Starship a medida que perseguimos el objetivo de llevar la vida a otros planetas”.

Atención a que el camino, esta vez masivo, a la Luna y Marte ya están abietos.

La autoridad aeronáutica de Estados Unidos, la FAA, autorizó a SpaceX la primera prueba integral de vuelo de su gigantesco cohete de 120 metros de altura y nueve metros de diámetro, el Starship acoplado al propulsor Super Heavy. Es el cohete más poderso de toda la historia.

“SpaceX tiene previsto realizar el primer vuelo de prueba de un Starship y un cohete Super Heavy totalmente integrados el lunes 17 de abril desde la Starbase de Texas”, había anunciado la empresa. SpaceX transmitió en directo la prueba a través de su sitio web y de las redes sociales.

Para Musk, lo esencial en esta prueba se centraba en evitar destruir la plataforma de lanzamiento. Su reparación hubiera supuesto meses, desánimo y una masiva inversión. Es justo lo que se evitó.

Por el momento, el equipo de SpaceX ha completado múltiples pruebas de vuelo suborbital de la etapa superior de Starship desde Starbase, demostrando con éxito un enfoque sin precedentes del vuelo controlado. Starship ha demostrado que puede volar a través de la fase subsónica de entrada antes de volver a encender sus motores y girar a una configuración vertical para el aterrizaje.

SpaceX tiene un contrato de la NASA de 3.000 millones de dólares para llevar astronautas a la superficie lunar a partir de 2025, en lo que se prevé que sea el primer alunizaje de astronautas en más de 50 años. Los astronautas viajarán en la cápsula Orión tanto a la ida como a la vuelta. Pero bajarán a la Luna utilizando la nave espacial de la fase superior del Starship.

Al autorizar esta primera prueba, la FAA ha facilitado también información sobre el segundo y el tercer ensayo.

“En el primer vuelo del Starship/Super Heavy, se espera que el Super Heavy aterrice intacto y se hunda en el Golfo de México, y que el Starship aterrice en el Océano Pacífico Norte. Se espera que se produzca un evento explosivo cuando el Starship impacte contra la superficie del Océano Pacífico Norte”.

“En el segundo y tercer vuelo, el Super Heavy aterrizará intacto y se hundirá en el Golfo de México, mientras que la Starship se desintegrará en el momento de la reentrada atmosférica, con un campo de fragmentos en el Océano Pacífico Norte“.