Intensa actividad de Soraya Sáenz de Santamaría en una semana extraña, marcada por las fiestas del martes y jueves, y con ambiente distendido en todos los frentes.
En el Partido Socialista, PSOE (Partido Socialista Obrero Español), Javier Fernández, anunció un congreso extraordinario antes del mes de julio de 2017. Es decir que la Comisión Gestora avanza y trabaja con prudencia buscando la máxima eficacacia.
La caída de Matteo Renzi no ha sido igual al episodio del Brexit. Frente a la relación muy estrecha con François Hollande, el clima entre Mariano Rajoy y Matteo Renzi era de frialdad (más por parte italiana que española).
En el capítulo realmente crucial de Cataluña, avances importantes en la tarde noche del miércoles.
Soraya Sáenz de Santamaría asistió primero a una comida con empresarios. Después inauguró su despacho en Barcelona, que es algo mas que un espacio para recargar su teléfono. Acierto indudable de la vicepresidente al instalarse en el corazón del problema. Sólo trabajando en directo en Barcelona logrará un escenario de diálogo y confidencias.
En su despacho, en la Delegación del Gobierno en Cataluña, recibió al líder del PSC, Miquel Iceta, y a la presidenta en Cataluña de Ciudadanos, y líder de la oposición, Inés Arrimadas. La vicepresidenta quiso que en las dos entrevistas estuviera también el nuevo delegado del ejecutivo en Cataluña, Enric Millo.
La valoración general es de buen entendimiento, tono cordial, y agradecimiento pro el gesto de acercamiento. Una nueva etapa política comenzó a escribirse. Descansa sobre los hombros de la vicepresidenta, una mujer llena de energía, decisión, voluntad de hierro, y enorme capacidad para abrir vías de diálogo. Cuenta además con todo el poder para construir, y el pleno respaldo de Mariano Rajoy.
