Uno de los personajes que sin duda ha influenciado a las generaciones modernas ha sido Steve Jobs, cofundador de empresas como Apple o Pixar, además de ser considerado un genio de la industria de la tecnología informática, por eso no es ninguna sorpresa que apenas cuatro años después de su fallecimiento llegara ya un ambicioso biopic de la mano del oscarizado Dany Boyle.
Boyle busca crear su propia The social network y eso se nota desde el minuto uno (obviando el hecho de que el guion viene igualmente firmado por Aaron Sorkin) con un argumento y estilo muy similares al filme de Fincher, buscando de alguna forma desmitificar al personaje principal mediante una trama que muestra sus virtudes pero también sus defectos, haciendo un recorrido sintetizado de sus logros profesionales pero también conectando con su lado más oscuro y a la vez humano.
Mucho más interesantes son las relaciones de Jobs con su equipo de trabajo, sobre todo con el personaje de Steve Wozniak que interpreta Seth Rogen, donde los ágiles diálogos de Sorkin brillan notablemente. Llamativo es el personaje de Kate Winslet, el cual solo sirve como mera conciencia ocasional del protagonista, fuera de eso no existe algún aporte importante en la trama, lo que impide que sienta entusiasmo por la cumplidora interpretación de la actriz.
El inicio es apasionante, con un ritmo y unos diálogos frenéticos, definiendo a la perfección a los personajes y remarcando desde el principio el carácter difícil de Jobs (todo un bombón de personaje para Michael Fassbender que vuelve a ofrecer una interpretación camaleónica y digna de todo reconocimiento), para luego bajar un poco la intensidad, sin que el interés se resienta por ello en ningun momento.
La película recuerda en muchos aspectos a La red social, pero si en aquella se conjugaba a la perfección el aspecto visual de David Fincher con el libreto de Aaron Sorkin, en ésta el trabajo de Danny Boyle se muestra mucho más dilucidado, por comedido, de lo normal, limitándose sólo a jugar con el grano y la imagen para diferenciar cada uno de sus episodios y a seguir con la cámara a un reparto en estado de gracia, por lo que su autoría parece más del guionista que del director. Michael Fassbender, Kate Winslet, Seth Rogen, Jeff Daniels, Katherine Waterston, Sarah Snook y Michael Stuhlbarg son sus protagonistas.
Gabriel Muccino es un director que llegó a Estados Unidos pisando fuerte, pues tenía la firma intención de quedarse, de ahí que para su primera película contara con el beneplácito absoluto de la estrella de cine Will Smith, que en aquel entonces reventaba las taquillas de todo el mundo (hasta que llegó la mediocre After Earth y la manía de involucrar a su hijo en todas partes). Russell Crowe, Amanda Seyfried, Aaron Paul, Diane Kruger, Quvenzhané Wallis, Octavia Spencer y Janet McTeer son sus protagonistas.
De Padres a Hijas es la historia de amor entre un padre y su hija a lo largo de 25 años. La historia transcurre en Nueva York entre la década de los 80, donde Jake Davis (Russell Crowe), novelista ganador del Pulitzer y viudo, lucha contra una enfermedad mental al tiempo que intenta criar a su hija de cinco años, Katie ( Kylie Rogers); y el presente, donde Katie (Amanda Seyfried), ya con treinta años, intenta hacer frente a los recuerdos de su problemática infancia.
De Padres a hijas es un melodrama que no esconde su condición de cine de sobremesa, desde luego, pero consigue que al menos salgas más satisfecho de lo que muchas de estas producciones no consiguen.
Brad es un hombre cariñoso y atento que se esfuerza en ser un buen padre para sus dos hijastros, pero de repente su situación da un giro de 360º cuando aparece el padre biológico de estos: Dusty (Mark Walhberg). Dusty es un hombre aventurero y “cachas” que presume de físico y aprovecha cualquier despiste para quedarse sin camiseta.
Tras enterarse de que su ex-mujer ha rehecho su vida con otro hombre, decide volver a casa para intentar recuperar a su esposa e hijos, con la estrategia de ridiculizar a Brad y mostrarse como un padre “guay” al que pueda admirar su familia. De este modo, ambos entran en un combate por mostrarse como el mejor padre para esta loca familia. Will Ferrell, Mark Wahlberg, Linda Cardellini, Hannibal Buress, Paul Scheer y Cedric Yarbrough son sus protagonistas.
Point Break es el remake de la película homónima dirigida en 1991 por Kathryn Bigelow y protagonizada entonces por unos jóvenes Keanu Reeves y Patrick Swayze. En esta ocasión Luke Bracey y Edgar Ramirez serán los protagonistas junto a Teresa Palmer, Delroy Lindo, Ray Winstone, Bojesse Christopher y Tobias Santelmann.
– Ver en Hechos de Hoy: "Palmeras en la nieve" de González Molina con Mario Casas, y Gorka Vázquez