En la primera votación del debate de investidura, fijada para el miércoles 2 de marzo, Pedro Sánchez necesita la mayoría absoluta. Si no lo logra, se sometería el sábado 5 a una segunda votación. Sería necesaria entonces sólo la mayoría simple.
A partir de ese momento podrían explorarse otras posibilidades, sin descartar una tercera ronda de consultas del Rey Felipe VI. Fijado por el presidente del Congreso, Patxi López, el calendario que marca el desenlace de las elecciones generales del 20 de diciembre, se plantea con dos únicas posibilidades: formación de Gobierno, o fin de legislatura y nuevas elecciones que se celebrarían el 26 de junio.
Llegó el momento de inflexión. Pedro Sánchez sólo logrará la investidura si el Partido Popular se abstiene o Podemos replantea su órdago. ¿Quiere de verdad Pablo Iglesias apoyar al Partido Socialista (PSOE) o sólo busca volarlo como hizo anteriormente con Izquierda Unida?
De manera sorprendente, nueva humillación de Podemos al PSOE con su órdago total. Sólo tiene explicación si su verdadero objetivo es el de destruir todos los puentes con el PSOE con el único objetivo de nuevos comicios para completar su OPA y convertirse en primera fuerza de la izquierda.
Pablo Iglesias Turrión actuó con arrogancia insólita como si hubiera sido él a quien encargó el Rey explorar la formación de un nuevo Gobierno. En el documento presentado por Podemos hay cuestiones de gravedad en los ámbitos políticos y económicos:
1. Exige una refundación del Estado.
2. Impone un marco de radicalidad económica.
3. Convierte la figura del presidente del Gobierno (o primer ministro) en símbólica, transformándolo en un jefe de Estado bis.
4. Coloca la figura del vicepresidente, que reclama en el gobierno de coalición de Podemos con PSOE e Izquierda Unida, en el verdadero jefe de gabinete acaparando todos los resortes del poder, incluido el control de los servicios secretos y los medios de comunicacación (un modelo bolivariano sin espacio en el marco de libertad y democracia de la Unión Europea).
5. Exige dividir España en naciones y autonomías acabando con el Estado de las Autonomías. E impone un referéndum de independencia para la secesión de Cataluña.
6. Deroga todas las reformas del gobierno del Partido Popular con subida de impuestos a personas y empresas, y plantea un programa de gasto público de 100.000 millones de euros que supondría un choque definitivo con la Comisión Europea y probable expulsión de España de la Zona euro.
Si los mercados comienzan a considerar a partir de este momento que este programa puede ser factible, el impacto sobre la prima de riesgo y la confianza y reputación de España será inmediato. Serio mensaje para el Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos. Se llegó al límite en las extravagancias y disparates.