Tras un sábado infernal con fuertes rachas de viento y un calor extremo, mejora la situación en la Sierra de la Culebra (Zamora). La bajada sensible de las temperaturas -unos 12 grados menos que en días anteriores- facilita las labores de extinción y ha permitido al operativo trabajar en las labores de extinción durante toda la noche.
La catástrofe que comenzó el pasado miércoles ha devorado más de 25.000 hectáreas de terreno y se ha convertido en el peor incendio de la historia de Castilla y León. La superficie quemada supera incluso a la del desastre del verano de 2021 en Navalacruz (Ávila) con 22.000 hectáreas calcinadas. El origen del fuego fueron los rayos de una tormenta seca que entre las ocho y las nueve de la tarde provocó once focos casi simultáneos.
Este domingo, la Junta de Castilla y León ha comunicado que los habitantes de los quince municipios desalojados pueden regresar a sus casas. Se ha restablecido la circulación por carretera en la N-631. Centenares de vecinos que se habían refugiado en Camarzana de Tera y Benavente ya cuentan con la seguridad suficiente como para volver a sus hogares. El sábado ya lo hicieron los de la zona de Aliste.
La Junta también comunicó este domingo el restablecimiento de la línea de AVE entre Zamora y Orense, cortada el sábado por el fuego, pero Renfe ha corregido ese dato y ha afirmado en sus redes sociales que "se está comprobando el estado de la infraestructura".
La ola de calor extremo de los últimos días y la sequía que sufre España ha provocado además de la tragedia de Castilla y León, una oleada de incendios que también han afectado a Sierra Bermeja en Andalucía, Navarra, Comunidad Valenciana y en especial Cataluña con tres fuegos simultáneos que han puesto al límite a las fuerzas de la lucha contra los incendios.
