Sara Sorribes es la única superviente española tras el adiós de Paula Badosa y Garbiñe Muguruza. Sorribes logró su mejor resultado hasta ahora en el Mutua Madrid Open a costa de una Naomi Osaka que ni tuvo tenis ni galones para intimidar a su rival. Sorribes, que se medirá en octavos de final con la rusa Daria Kasatkina, aguantó un intercambio de breaks en el primer set para poner el 6-3.
En el segundo, el recital de Sorribes siguió con un break de inicio al que no tuvo respuesta la exnúmero uno del mundo. La castellonense ya había ganado a la japonesa en la Billie Jean King Cup en 2020.
Este domingo firmó un segundo triunfo de mérito en Madrid con un 6-3 y 6-1, arropada por una Manolo Santana entregada a la jugadora española.
Tras el partido, Sara Sorribes confesó que no siente la presión, como sí pudieron sufrir sus compatriotas Paula Badosa y Garbiñe Muguruza. "Ellas están en una situación diferente, son jugadoras mejores que yo. Con mejor resultados y ranking, ellas tienen esa presión. Por mi parte, intento hacer lo mejor, lo disfruto. No siento la presión", apuntó.
"Pude disfrutar del momento. He hecho las cosas bien, pero voy paso a paso. Mejorando poco a poco, es muy difícil ganar partidos y no solo se trata de eso. Se trata de mejorar, si continúo en el camino, el techo seguirá estando más alto", afirmó.
Sorribes se refirió a su rival en octavos, la rusa Daria Kasatkina. "Es una jugador muy española en la manera que juega. Es una gran jugadora, muy arriba desde joven. Me estoy encontrando bien, estoy acostumbrada a jugar partidos largos", apuntó, antes de confesar la emoción que sintió al vencer a Osaka.
"Es mi décima vez aquí y nunca he pasado de segunda ronda, pensaba en eso. Mi familia está aquí, mi abuelo, estaba muy contenta. Muchas cosas vinieron a mi mente. Estoy contenta que todo está funcionando, que mejoro cada día. No importa el resultado, siento que mejoro, que soy mejor jugadora, mejor persona, más madura, y es lo importante. La vida es más que golpear a la pelota", terminó sus declaraciones.