Es una incógnita el impacto del cara a cara en la apretada lucha de la semana final de la campaña. La actual ley, que está desfasada y obsoleta, no permite publicar nuevas encuestas en los días finales.
Pedro Sánchez optó por el ataque al hígado. No hubo ninguna sorpresa. El candidato del Partido Socialista estaba convencido de que tenía que colocar la corrupción política en el punto central de su cara a cara con Mariano Rajoy dejando de lado las demás cuestiones. Las encuestas finales han situado al Partido Socialista en un puño frente a Podemos y Ciudadanos, como recogió Hechos de Hoy.
Ante la lluvia de golpes del candidato del Partido Socialista, el actual líder de la oposición, Mariano Rajoy no quiso enfangar aún más el debate. Fue un duelo bronco, y seguramente injusto.
Nadie ganó. El sondeo de Antena 3 así lo reflejó con un 34,5% de los encuestados afirmando que ninguno de los dos candidatos les ha convencido. ¿Se equivocó Mariano Rajoy al no acudir al debate a cuatro del lunes pasado? ¿Erró la Academia de Televisión al imponer el debate a dos que Telecinco optó por ignorar en su programación?
En el debate a cuatro de Atresmedia, Pablo Iglesias salió ganador frente a la ausencia de Mariano Rajoy, las dudas de Pedro Sánchez por marcar su espacio y los nervios de Albert Rivera. Las últimas encuestas del lunes 14 reflejaron su avance, y su progresión sobre el PSOE y Ciudadanos.
En el debate de la Academia de Televisión, muy posiblemente fue injusto el que Pedro Sánchez optara por los ataques al honor a Mariano Rajoy, más propios de la difamación que de la pelea política. Los electores pueden castigar a Pedro Sánchez y premiar a Mariano Rajoy. O lo contrario, en solidaridad con el atropello al candidato del Partido Popular.
Pero el debate fue antiguo, reflejando el modelo que ya no existe en la era de Internet. No habrá ya una nueva mayoría absoluta porque el modelo giró de un sistema bipartidista a un sistema multipartidista. Si la lista más votada no gobierna, se pueden abrir una serie de crisis que podrían poner en un brete la confianza sobre España y abrir incluso la posibilidad de nuevos comicios en un tiempo no muy lejano.
Los momentos críticos del debate
Pedro Sánchez, obviando las cuestiones planteadas por el moderador, Manuel Campo Vidal, introdujo la corrupción política como única cuestión esencal del cara a cara. Afirmó que el presidente del Gobierno debió "dimitir" después de que se conocieran sus mensajes al extesorero Luis Bárcenas. Le acusó de no ser "una persona decente". Mariano Rajoy le tachó de "ruin, mezquino y deleznable".
Pedro Sánchez insistió en que Mariano Rajoy "tuvo que haber asumido la responsabilidad en primera persona" de los casos de corrupción de su partido y "dimitir". "Los españoles van a tener que decidir y le advierto de que, si es usted el elegido, el coste será enorme, porque el presidente del Gobierno tiene que ser una persona decente y usted no lo es", recalcó
"Hasta ahí hemos llegado", le respondió Mariano Rajoy, señalando que la obligación del líder de la oposición era "presentar una moción de censura". "Soy un político honrado, como mínimo tan honrado como usted. Jamás me ha citado nadie en un juzgado ni me ha acusado de apropiarme de nada", respondió señalando que "no me dedico a la política por dinero".
"Usted es joven, va a perder estas elecciones y de eso se recupera uno. De lo que no se puede recuperar es de la afirmación ruin, mezquina y miserable que ha hecho", dijo Mariano Rajoy añadiendo que "si tiene algo contra mí, lleveme al juzgado".