Al borde de la ruptura el pacto de alto el fuego en Siria alcanzado entre Rusia y Estados Unidos.
Un bombardeo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra posiciones de la guerrilla suní radical de Estados Islámico (Daesh, ISIS) acabó en trágico error. Se atacó a unidades del Ejército de Bachar el Asad que cercaban posiciones de ISIS.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos confirmó el ataque y elevó a 80 la cifra de víctimas. El bombardeo fue localizado cerca del aeropuerto de Deir Ezzor, en el este del país, en una zona donde las tropas gubernamentales se hallan cercadas por las milicias del ISIS.
La crisis de Deir Ezzor puso de relieve la complejidad de aplicar un alto el fuego al existir diversos frentes en todo el país. No es una guerra civil con fronteras claras entre los contendientes sino guerras dentro de la guerra.
Hay también recelo ruso a una cooperación y a un intercambio de información entre los estados mayores de las operaciones militares. En Jerusalén, analistas de Oriente Medio señalaron además la atención de Rusia a la campaña electoral en Estados Unidos. Vladimir Putin quiere tener todas las opciones abiertas en Siria y Oriente Medio. Más allá de sospechas, acusaciones y polémicas, Rusia no descarta la carta de Donald Trump en la Casa Blanca.