Sus rivales se debaten entre interrogantes. No es el caso de Roger Federer, a sus 33 años, con un tenis fino, y dispuesto siempre a leer los golpes de sus rivales para cambiar su estrategia. Con Novak Djokovic a la baja, y Rafael Nadal pendiente de su muñeca, como destacó Hechos de Hoy, Roger Federer avanza en las apuestas, sobre todo tras esta última victoria. Derrotó por 6-3, 1-6 y 6-2 a David Ferrer para alzar el sexto título en Cincinnati y el 80 de su carrera a una semana del duelo de Nueva York (el Abierto de Estados Unidos, el US Open).
Roger Federer alargó su tiranía sobre David Ferrer para levantar por sexta vez el Masters 1.000 de Cincinnati, séptimo de la temporada. Fue una final en la que David Ferrer estuvo a la altura pero terminó sucumbiendo por decimosexta vez ante Roger Federer, quien sumó el título 80º de su carrera.
A pesar del buen torneo de David Ferrer, como ya le ocurriera la pasada semana en Toronto -donde también rayó a gran nivel-, topó con un Roger Federer al que sigue sin poder ganar. Dieciséis derrotas ante el exnúmero uno del mundo que por momentos, tras la reacción de David Ferrer en el segundo set, parecía que no llegarían.
Además, Roger Federer no las tenía todas consigo tampoco. Después de caer esta temporada en tres finales de Masters 1.000: Indian Wells, Montecarlo y, el domingo pasado, Toronto, (más Roma el año pasado) se presentaba ante un batallador como David Federer con el peligro de una nueva decepción. Sin embargo, el recital de golpes de la leyenda suiza apareció para darle una victoria, la sexta en seis finales, con la que llegar con tres títulos este año al US Open, que arranca el próximo 25 de agosto.
La temporada de David Ferrer está cayendo en periodos irregulares, pero las dos últimas semanas no son el caso. Ha mostrado su carácter de gladiador pero ha topado con su bestia negra. En la final, Roger Federer tomaba la delantera con un primer parcial casi perfecto y en el que aprovechó los primeros errores de su rival para ponerse por delante. Un break en el octavo juego con el que se dejó la manga en bandeja.
David Ferrer no tiró la toalla y aún superando un primer juego del segundo set en el que Roger Federer rozó el break, comenzó poniéndose por delante. David Ferrer rompía el saque de su rival en el segundo juego y lo volvía a hacer en el cuarto. Con un 0-4 a su favor, empató el partido finalmente y se dispuso al asalto en el parcial definitivo.
Sin embargo, el bajón de Roger Federer con su saque quedó atrás. El exnúmero uno del mundo se apoyó en su servicio y aprovechó de nuevo el primer despiste de David Ferrer. En el cuarto juego, lograba un break vital con el que caminó impasible hacia la victoria. David Ferrer volvía a tropezar en la misma piedra, que en caso de Roger Federer se trata de una montaña. Con sale con la cabeza alta por un gran torneo que le enseña hasta dónde puede llegar. Eso sí, el segundo Masters de David Ferrer tendrá que esperar.