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EL MAYOR RETO

Rivera y Sánchez ante la prueba de la abstención y la centralidad política

Cambio de paradigma y prueba para la democracia en España. Para la investidura de Mariano Rajoy en segunda votación sería necesaria la abstención del PSOE y de Ciudadanos.

Hechosdehoy / SM / A. Knüppel
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Mariano Rajoy ante el reto inédito en la democracia de formar gobierno tras lograr el Partido Popular convertirtse en la lista más votada, con sólo 123 diputados. El Partido Socialista (PSOE) y Ciudadanos tendrían que abstenerse en la segunda votación de la sesión de investidura (ver en Hechos de Hoy, En juego el futuro económico de España en las elecciones más críticas desde 1977).

El presidente del Gobierno y candidato del PP a la reelección, Mariano Rajoy, fue el último en comparecer desde el balcón habilitado en la sede de la calle Génova para avanzar que "intentará formar gobierno".

Mariano Rajoy salió al balcón pasada la medianoche acompañado de su mujer Elvira Fernández; de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría que acabó llorando; y de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, entre otros muchos miembros de la dirección del PP.

"Hemos ganado nuevamente las elecciones, más de 7 millones de españoles nos han dado su confianza, les damos las gracias porque sabemos que las cosas no eran fáciles", defendió Rajoy ante los simpatizantes que se congregaron en la sede nacional con banderas de España y del PP.

El candidato del PP avanzó que va a "intentar formar gobierno". "Creo que España necesita un Gobierno estable", destacó para defender que se inicia "una etapa que no va a ser fácil". "Pero será necesario hablar mucho, dialogar más, llegar a entendimientos y acuerdos y yo lo voy a intentar", dijo para subrayar que no tiene "más norte que la defensa de los intereses generales".

Caras largas en Ferraz

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reconoció la victoria del Partido Popular en las elecciones generales y que les corresponde intentar formar gobierno por ser la lista más votada. Sánchez compareció muy serio ante los militantes que se dieron cita en la sala Ramón Rubiales en la sede federal de Ferraz, donde fue recibido a gritos de "presidente".

El líder del PSOE comenzó sus palabras, poco antes de las doce de la noche, agradeciendo a los más de 5,5 millones de españoles que han votado al partido socialista su confianza.

El líder del PSOE, con ojos llorosos bien por cansancio o por emoción, reconoció que "desgraciadamente" no han logrado vencer en las urnas a la derecha si bien remarcó que tras estas elecciones "España quiere izquierda, quiere cambiar" pero los españoles han decidido que "la primera fuerza política sea el PP".

En "coherencia" con lo que "siempre" ha "defendido", dijo, le "corresponde a la primera fuerza política intentar formar gobierno". No obstante, apuntó que el PSOE "está dispuesto" a debatir y a dialogar. "Se abre nueva etapa política en España, que tiene que dejar atrás la imposición y abrir procesos y periodos de diálogo; la democracia es dialogar, debatir, y acordar". Si bien, para concluir, remachó: "Hemos hecho historia, hemos hechos presente y el futuro es nuestro".

Líneas rojas de Podemos

Pablo Iglesias marcó las líneas rojas de su formación, que se sitúa como tercera fuerza política en el Congreso. Por ello dijo que los diputados de Podemos "van a tender la mano a todas las fuerzas políticas para hacer los cambios constitucionales inaplazables e imprescindibles en nuestro país".

Iglesias se expresó de esta manera en declaraciones a los medios de comunicación en el Teatro Goya de Madrid, desde donde Podemos siguió el recuento electoral de los comicios generales. Preguntado por los 69 diputados que obtendría Podemos, al sumar las candidaturas de confluencia en Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia, aseguró que, frente a los 91 escaños de los socialistas, ahora "no toca hablar de entendimientos de partidos", sino que "toca hablar de reformas constitucionales".

"Los hasta el momento 69 diputados de Podemos van a tender la mano a todas las fuerzas políticas para hacer los cambios constitucionales inaplazables e imprescindibles en nuestro país", explicó para marcar algunas de las líneas rojas de su partido para ayudar a formar gobierno, que pasan por el blindaje constitucional de los derechos sociales en la Carta Magna, que recoge el derecho a una vivienda digna, paralizar los desahucios y defender la Sanidad y Educación pública.

También vio "inaplazable e imprescindible" reformar del sistema electoral para que avance al criterio de proporcionalidad que establece la Constitución. Otro de los requisitos de Podemos es poner encima de la mesa la reforma de la Constitución "para que haya una moción de confianza de la ciudadanía al Gobierno en caso de incumplimiento del programa" y para que, si así se decide, a mitad de mandato el presidente podrá ser revocado.

Otra de las condiciones de Podemos pasa por el derecho a decidir en Cataluña. "Estas elecciones han dejado claro que el nuestro es un país plurinacional", aseguró para matizar que para esta formación Cataluña es una nación: "somos favorables para que en Cataluña se produzca un referéndum", agregó, aunque sin dejar claro si el referéndum en esta autonomía sería también una línea roja para el partido a la hora de hacer pactos.

"Somos la única fuerza política de ámbito estatal capaz de liderar la necesidad y la concreción de ese nuevo acuerdo territorial que respete la plurinacionalidad constitutiva", subrayó para asegurar que con estas elecciones se ha constatado que, cada vez que hay elecciones, "las fuerzas del cambio avanzan de una manera histórica".

"Hoy ha nacido una nueva España que pone fin al sistema político del turno. Podemos y las fuerzas del cambio, en las primeras elecciones en las que concurre, han obtenido más del 20% votos y más del 5 millones de sufragios", dijo Iglesias en su intervención.

Albert Rivera, emocionado

El candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, comenzó su alocución en el Hotel Eurobuilding diciendo que "España empieza una etapa de esperanza e ilusión, una nueva era política. Y empieza porque millones de españoles han decidido que el país debe cambiar, basta de azul y rojo.

Rivera se mostró conciliador, diciendo que el resto de diputados "no van a ser mis enemigos, van a ser mis compatriotas. Tenemos una gran labor por delante, pero nadie como nosotros va a saber estar en el lugar adecuado. Va a pesar más en España que en nuestro partido. Queremos mucho a  Ciudadanos, pero queremos más a España". 

Insistió en que "desde la Transición no se consolidaba un centro político. El centro a partir de ahora se llama Ciudadanos", apostilló.

Después, en declaraciones a Antena 3 y a La Sexta, Albert Rivera reiteró que sus 40 escaños no se van a sumar con los 123 del PP y que tras su anuncio de abstención para que gobierne la lista más votada, "le toca al PSOE decidir si hace eso o se une a Podemos, sus coaliciones, los independentistas y todo el mundo".

"Creo que se puede gobernar en minoría, pero hay que tener cintura, saber dialogar. Yo no sé si Mariano Rajoy está dispuesto a hacer ese papel. Pero creo que sí se puede intentar gobernar este país".

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