El jefe de la oposición y presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha renombrado a la fundación de su partido como Reformismo21. Una organización que ha relanzado para construir una alternativa de Gobierno con la ayuda de una veintena de nuevos perfiles técnicos y políticos.

Reformismo21 reemplaza a la Fundación Concordia y Libertad. La designación con la que Pablo Casado bautizó a una fundación con la que el PP contaba desde 1977 bajo el nombre Fundación Humanismo y Democracia, después de que FAES, la fundación de José María Aznar, se desligase del partido.

Feijóo dedicará Reformismo21 a varios campos. Desde la economía a la sanidad, la cultura, la educación y la solidaridad.

En su composición destacan nombres que regresan a la órbita del partido como los de los exministros de Mariano Rajoy: Fátima Bañez (Trabajo), Román Escolano (Economía) o el de Josep Piqué, titular de varias carteras como Industria o Exteriores con José María Aznar.

Junto a ellos, Feijóo ha logrado atraer a su fundación a perfiles independientes y profesionales como los del fundador de la Organización de Trasplantes, Rafael Matesanz; el exentrenador y tío del tenista Rafael Nadal, Toni Nadal; el exministro de Ciencia portugués Nuno Crato y el exembajador de España en Estados Unidos, Ramón Gil-Casares.

También estarán en el consejo asesor Noah Higón, una jurista que sufre siete enfermedades raras y conciencia al respecto; la letrada del Consejo de Estado, Noemí Gámez; Montse Iglesias, exdirectora de Cultura del Instituto Cervantes y el escritor y diplomático Juan Claudio de Ramón, entre otros.

El talento de la sociedad civil

Feijóo propone liderar la reconstrucción de España en el ámbito económico, social e institucional porque hay margen de mejora y hacerlo con personas que concitan un alto grado de reconocimiento social, “sin sectarismos y sin un atisbo de voluntad de subordinación ideológica”.

“A ninguno le he preguntado a qué partido ha votado o a quién votará en el futuro. Tampoco solicito que se afilien ni que hagan campaña conmigo. La única militancia que se exige en este proyecto es la militancia en la nación española“, subrayó.

Destacó que la única condición que ha puesto a la veintena de integrantes del proyecto Reformismo21 es que opinen con “absoluta libertad e independencia” para mejorar nuestro país.

“No les oculto que mi objetivo final es condensar todo lo que de esta Fundación salga en un proyecto para un hipotético gobierno. Quiero que mi gobierno pueda trabajar desde el primer minuto”.

Avanzó que su gobierno será una “central de reformas meditadas, con la mente puesta no en ganar las siguientes elecciones, sino en asegurar el futuro de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos”.

Afirmó que el PP no quiere “estar en el gobierno por estar” y no “quiere el poder por el poder”, sino gobernar para “ayudar a liberar el inmenso potencial de nuestro país y que los españoles vuelvan a tener fe en el futuro”. Señaló que la función principal de este proyecto es “pensar unidos” porque los males de nuestro país son “operables” y hace falta que se tengan “buenos diagnósticos” para solucionarlos

“El capital más valioso de un país está en su sociedad”, señaló Feijóo planteando la fundación como un instrumento para “movilizar el inmenso caudal de civismo que atesora España”.

Lamentó que la política de los últimos tiempos haya “pretendido atrincherar” a la sociedad, por lo que urge a “rebelarse contra eso”. “Los españoles tenemos objetivos comunes que deben volver al primer plano de la política ya”, subrayó.

Animó a “salir de las trincheras” y volver a construir con leyes, decisiones políticas razonables y valores cívicos, que son los “cimientos sobre los que volver a levantar una España que sea de todos, que respete a todos y que no sea hostil con nadie”.

Apostó por “cerrar el capítulo de la confrontación y entrar en una nueva fase de cooperación con un gran proyecto sin etiquetas, en el que nos reconozcamos la gran mayoría de españoles”.

Valoró la trayectoria, el “compromiso con el bien público y la preocupación por los problemas que acucian al país” de las personas que se han sumado a este proyecto.

Reivindicó el centro como una forma de hacer política al margen de las “confrontaciones sectarias que han lastrado y dejado exhausta a España en los últimos años” y pidió “concentrarse en lo que importa a todos, tratando de conciliar puntos de vista diferentes”.

Consideró que, históricamente, los mejores momentos de los países han coincidido con periodos reformistas, y los peores, con los momentos rupturistas. “Así ha ocurrido también con España”, sentenció.