Excepcional jornada de Jon Rahm. El golfista español pasó a la acción este viernes en el Abierto Británico y, con una segunda jornada de seis bajo par, dejó atrás su mal debut y entró en la pelea por levantar la Jarra de Clarete. Será con el permiso del sudafricano Louis Oosthuizen que por el momento mantiene un ritmo difícil de seguir.
Rahm firmó una gran vuelta que pudo ser aún mejor si no es por alguna corbata o birdie que no quiso entrar por centímetros. El campeón del US Open hace un mes recuperó al menos las sensaciones de un juego afilado para estar en la pelea por el último major de la temporada que se está disputando en el Royal St. George's.
Tras el +1 del jueves, Rahm cogió carrerilla en el día del corte desde el hoyo 6 y firmó tres birdies casi seguidos. En los segundos nueve sí los encadenó y, pese a esos que se le resistieron, terminó con un 64 y menos 5 en el total que le permiten ver el British con otro ojos, con opción de un doblete histórico.
El reciente campeón del Abierto de Estados Unidos tiene el liderato a seis golpes. Oosthuizen va una marcha por encima del resto y eso que el recorrido inglés está dejando actuaciones de nivel. Sin viento y un día agradable, la ocasión estaba servida, aunque el 'putt' y el juego tenían que funcionar después.
En el sudafricano, con solo un bogey en 36 hoyos y récord del Open con 129 golpes, va todo como la seda de cara al fin de semana. El campeón de la Jarra de Clarete en 2010 está dispuesto a desquitarse de la derrota ante Rahm en el mano a mano por el US Open y a sumar su segundo major tras otras varias decepciones.
Sin embargo, la pelea arriba está que arde. Collin Morikawa está a dos golpes, Jordan Spieth, a tres; el número uno del mundo, Dustin Johnson, se subió al tren también y está a cuatro golpes de la cabeza. El hombre de majors Brooks Koepka también está por ahí, empatado con Rahm, y siguen el medio centenar de golfistas bajo par.
Con menos tres está Sergio García, con el mal sabor de boca de un bogey en el 18 pero con la segunda vuelta buena en un major después de mucho tiempo. El español, que se levantó de dos bogeys en los primeros hoyos, confía en un buen moving day al que no llegaron los también españoles Jorge Campillo y Gonzalo Fernández Castaño, quienes no pasaron el corte.