Muchas veces intentamos registrar dominios que ya están cogidos por otros titulares.
Lo más habitual es que intentemos registrar el dominio con el nombre de nuestra empresa, aunque a veces nos encontramos con nombres de páginas web que dicen poco o nada de la actividad real, o que incluso hacen difícil la búsqueda a través de buscadores. Tal es el caso de empresas con nombres muy bonitos o con sonido extranjero sin que se sepa a qué responde dicho dominio. Para la mayor parte de los expertos es mejor poner a la página web el nombre de una actividad o posible búsqueda, por ejemplo, Fontanerosurgentes.com, que registrar el dominio con el nombre de nuestra empresa AngelOsorioFontaneros.com, por el que muy poca gente nos encontrará.
En el caso de que el nombre sea de una empresa, hay que intentar que se parezca lo más posible a la denominación del Registro Mercantil: en caso de litigio, esto nos ayudará a que nos den la razón. También podemos registrar el dominio de nuestro producto o servicio estrella, o algo que busquen habitualmente los usuarios en los buscadores y que tenga relación con los productos que servimos, como pudiera ser Todoparamimoto.com.
Debemos poner buen cuidado en las extensiones que nos interesen, que son el final del nombre que marca el tipo de dominio del que se trata. Lo más común es el “.com”, pero los de países como el de España “.es” tienen sus ventajas, ya que las webs que los utilizan salen mejor posicionadas en los resultados de búsquedas realizadas dentro de ese país. Es decir, que si nuestra empresa solo ofrece servicios en España, es quizás conveniente que se registre con un extensión “.es”, mientras que si nuestra compañía ofrece servicios del tipo de redacción de textos o que puedan contratarse mundialmente vía web o mail, entonces igual nos conviene más un “.com”.
Por otro lado, es importante estar pendientes en lo que respecta a la normativa de los dominios “.es”, ya que se custodian desde un organismo Estatal vinculado a Red.es que vigila con rigurosidad los registros de nombres cuya propiedad no sea posible o litigue con nombres de marcas ya registradas. Por otro lado, en el sitio Dominios.es podemos encontrar toda la legislación aplicable o conocer previamente con el servicio de consulta de 1and1 si el dominio que pretendemos está ya registrado o podemos optar por otro.
Los expertos como Juan Merodio aseguran que hay cuatro o cinco consejos básicos que deben seguirse para asegurarse un cierto éxito en Internet. El primero es que el nombre de nuestra web tiene que ser fácil de recordar y pronunciar. Los dominios con letras dobles están muy de moda, pero son difíciles de pronunciar y recordar y mucho menos de deletrear por teléfono.
Y debemos procurar siempre evitar duplicidades o confusiones con otros nombres comerciales que no guarden relación con nosotros, y que las denominaciones no incurran en ilegalidades o palabras inconvenientes, intentando evitar las listas de términos prohibidos en las direcciones de Internet.
También podemos optar por registrar todos aquellos iguales o parecidos con diferentes extensiones que estén libres, por ejemplo, “.net”, .”eu”, etc. Estas direcciones podemos luego enlazarlas o redirigirlas hacia el dominio principal, como ocurre con www.elmundofinanciero.es.
Se insiste en que el nombre del dominio, cuanto más corto, mejor, aunque ocurre que cada vez esto resulta más difícil porque muchos dominios cortos están ya registrados por otros titulares, especialmente cuando se trata de nombres particulares o de empresas.
Pero lo que es seguro es que en Internet hay que estar. Sin que se sepa por qué, casi todos buscamos en Internet las cosas que nos hacen falta, como cuando antes acudíamos a las Páginas Amarillas. Si hay que buscar un cerrajero 24 horas, acudimos a Google, aunque a veces ocurre que el mejor cerrajero lo tenemos debajo de nuestra casa: si no tiene web, no le encontraremos por muy bueno que sea.