“Son las diez de la noche y ya noto cómo mi frecuencia cardiaca se acelera, me invade un profundo nerviosismo. Temo que llegue esta hora. Temo el momento de tenerme que ir a dormir. Solo con pensar la noche que me espera ya me entran los siete males. Y eso por no mencionar lo mal que me voy a sentir mañana, justo mañana que tengo esta reunión tan importante.”
Este fenómeno se conoce como ansiedad anticipatoria, y puede aparecer en relación con diferentes estímulos, en este caso asociada al insomnio.
Una parte muy importante del tratamiento del insomnio consiste en controlar la ansiedad anticipatoria, y romper con esos pensamientos disfuncionales que surgen en el momento de ir a dormir. Ir a dormir de hecho debería ser todo lo contrario. Debería ser un momento relajante, placentero, agradable y sobre todo tranquilo.
Dar herramientas y estrategias los pacientes que padecen este problema les ayudará a conseguir un sueño de calidad, evitando la ansiedad anticipatoria.
(*) Doctoras: Irene Cano Pumarega / Celia García Malo / Sara Boi