El nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, afirmó este jueves que existe una mayoría para “iniciar” el proceso soberanista, pero descarta por el momento una declaración unilateral de independencia. Además, apuesta por flexibilizar el plazo máximo de 18 meses de la actual legislatura, que contempla alargar si es necesario.

En una entrevista en TVE3, Puigdemont recalcó que el plazo máximo de 18 meses que prevé la hoja de ruta independentista de Junts pel Sí debería empezar ya, a partir de la constitución del Gobierno, al mismo tiempo que avisó de que podría variar en función de cómo evolucione el proceso soberanista.

“Si para hacer las cosas bien hechas llegamos al mes 18 y nos falta un trozo aún para hacerlo bien, no interrumpiré esta etapa", afirmó Puigdemont, que ha incidido en todo caso que la intención es hacerlo 18 meses y «si puede ser un poco antes, mejor”, comentó.

Al ser preguntado por si en este año y medio habrá una declaración unilateral de independencia, el exalcalde de Girona ha afirmado que “no está previsto”. En este sentido, ha dicho que el 47,8% de votos independentistas en las elecciones del 27-S permite «iniciar» el proceso y conducirlo hasta las elecciones constituyentes y el referendo para ratificar la futura constitución catalana, como se estipula en la hoja de ruta de JpSí.

El objetivo, ha dicho, es implicar a más ciudadanos en el proceso soberanista de manera que “gente que habría votado no a la independencia vote sí a una constitución catalana en la que se puede identificar más que en la española”, de manera que “un sí a la constitución sería un sí a la república catalana”.

En todo caso, Puigdemont también prometió que su Gobierno dará los pasos “con seguridad jurídica y con toda la legalidad posible”. El presidente catalán afirmó que ni el Rey ni otros presidentes autonómicos le han llamado para felicitarle por su nuevo cargo, como tampoco lo ha hecho el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. “Dice muy poco a favor de su liderazgo político”, añadió.

Sin embargo, señaló que no tiene “ningún interés en que se rompan los puentes” con el Estado, que deben estar tendidos incluso en el escenario “más agudo”. El presidente de la Generalitat tachó de fantasía una reforma federal que satisfaga a Cataluña y ha dudado de que se pueda poner en marcha un referendo desde el Estado.

Asimismo, aseguró que está “completamente” limpio de corrupción y remarcó que las subvenciones públicas que recibieron sus proyectos eran durante su etapa periodística, previa a su salto a la política.