Espectacular alfombra roja en una noche de perros en Madrid. En el control de las audiencias, un descenso de 2,4 puntos, cuando debería de ser la noche triunfadora. Y enorme felicidad para David Trueba, el vencedor de la noche. Su Vivir es fácil con los ojos cerrados arrasó con seis Premios Goya (mejor película, mejor dirección, mejor actor principal, Javier Cámara, y mejor actriz revelación, Natalia de Molina). Las brujas de Zugarramurdi, la más premiada con ocho Goyas (aunque técnicos pero también el de mejor actriz de reparto para Terele Pávez) (ver en Hechos de Hoy todos los premios de la gala, Una noche de cine con David Trueba).

El presidente de la Academia de Cine evitó la foto con el enviado del ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, una ausencia que pesó en toda la gala. González Macho sólo se retrató, y le elogió en su discurso, con el presidente da la Comunidad de Madrid, Ignacio González.

Enrique González Macho, que es hombre templado, mostró su irritación por la ausencia del ministro de Cultura en la gala de una industria clave para la Marca España. Wert, un hombre de excesos, tanto en sus aciertos como en sus errores, se equivocó de lleno con su plantón porque también la gran familia del cine español necesita cariño y ser escuchada. Y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, erró también, porque hubiera sido el marco para que el ministro anunciara una rectificación en cuanto al IVA sobre una industria que es clave para la cultura.

La gala estuvo ágil, excepto en algunos momentos, pero aún no ha logrado ese grado de brillantez para arrasar en las audiencias televisivas e impactar. Le falta el toque del gran espectáculo. Si se ve la gala desde fuera de España se puede comprender mejor esta percepción. Aunque Manel Fuentes, al timón, mostró su talento. En los premios, sorpresas. Un gran reconocimiento sobre todo a la figura de David Trueba y su sensibilidad.

Y palabras esta esta vez acertadas del presidente de la Academia de Cine con énfasis en los problemas, los desafíos. y las urgencias:

1. El cine es parte esencial de la cultura española, recordando además “las críticas no son agradables, pero sí absolutamente necesarias” y que no puede haber un silencio cómplice”.

2. Avisó al ministro de Hacienda que hacer una película en nuestro país es un acto heroico.

3. Recordó el tsunami de destrucción con  el actual IVA (cierre de 400 salas de cine, la pérdida de miles de puestos de trabajo, la disminución de recaudación y la pérdida de espectadores).

“No pueden acabar con nuestros sueños. Tenemos la razón y sobre todo la voluntad, ambas son nuestra fuerza”, sentenció González Macho para acabar con un rotundo "Viva el cine español”. 

Sobre la leyenda urbana que no cesa, David Trueba reivindicó la esencia del cine español, su sensibilidad y su audacia. Simplemente ha girado una y otra vez sobre los héroes anónimos, las historias pequeñas que se hacen grandes, la búsqueda de la dignidad, quien convierte lo justo en rutina.

Y todo ello lo proyectó sobre la figura del viejo profesor de inglés, de 89 años y presente en la gala, a quien dedicó todos sus triunfos. En un evento dedicado a la buena y no la mala educación, Wert no ayudó a Rajoy a la búsqueda del voto del centro, el verdadero espacio ideológico. Ahí es donde se encuentra precisamente el verdadero corazón del cine español que busca sus audiencias y espectadores a ambos lados del Atlántico y suscita emociones. Fue precisamente el éxito de Venezuela y su amplia delegación, el momento emotivo de los Premios Goya con su vibrante "Viva el cine español".