Están desapareciendo objetos que considerábamos esenciales. En todas la materias. En todos los ámbitos de la vida. Unas cosas directamente, otras “dirigidamente”. Unas por simple progreso técnico, otras por dejadez o maldad. Y unas últimas intencionadamente para hacer sitio al último invento.

Conocíamos hoy que las contraseñas informáticas de acceso tienen sus días contados. Lo leía hoy pero se lleva investigando en ello mucho tiempo. En nada y en todos los órdenes bastará algún dato biométrico.

Me gustaban las claves antes, no ahora que hay que tener un montaña (bancos, asociaciones, membresías, dispositivos) de letras y números de los que no hay quien se acuerde.

Gozaba, gozábamos inventando palabras, vocabulario secreto de chavales y un alfabeto completo que sólo nosotros sabíamos escribir.

Ahora lo dejo aquí, porque los signos, claves y contraseñas me piden que lo pensemos un poco más.

(Continuará…)