Un gesto de enorme valentía personal y de coraje político. En nombre de sus países pero también de llamamiento a la Unión Europea y la OTAN para impedir que Rusia aplaste a Ucrania como hizo con Siria.
Los primeros ministros de Polonia, Eslovenia y la República Checa partieron en un tren con destino a Kiev para reunirse con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, y el primer ministro, Denys Shmyhal.
El tren con los líderes a bordo partió antes de las 9 am hora local, dijo el martes el jefe de la cancillería del primer ministro de Polonia, Michal Dworczyk.
A la capital ucraniana viajan el polaco Mateusz Morawiecki y su adjunto, Jarosław Kaczyński; el esloveno Janez Janša y el checo Petr Fiala.
El propósito de la visita es "confirmar el apoyo inequívoco de toda la Unión Europea a la soberanía e independencia de Ucrania y presentar un amplio paquete de apoyo al Estado y la sociedad de Ucrania", dijo un portavoz del gobierno.
Dijeron que el viaje había sido organizado de acuerdo con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y agregaron que la comunidad internacional sería informada sobre la visita de la delegación a través de organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas.
“En momentos tan trascendentales para el mundo, es nuestro deber estar donde se forje la historia, porque no se trata de nosotros, sino del futuro de nuestros hijos que merecen vivir en un mundo libre de tiranías”, dijo Morawiecki en un llamamiento a la opinión púbñica internacional.
Morawiecki dijo que él y los otros líderes viajan a Kiev para "mostrar a los ucranianos nuestra solidaridad" y denunció "la agresión criminal de Putin contra Ucrania".