Todo el mundo guarda secretos íntimos y privados, que nadie conoce. Ni los amigos íntimos. Ni la propia pareja. Esto es lo que se desprende, al menos, de la trama central de Perfectos desconocidos, remake de la cinta original italiana Perfetti Sconosciuti dirigida por Paolo Genovese.
Perfectos desconocidos es el remake de la exitosa comedia italiana Perfetti sconosciuti, con un reparto que está compuesto por Belén Rueda (Séptimo), Eduard Fernández (El hombre de las mil caras), Pepón Nieto (Mi gran noche), Ernesto Alterio (Rumbos), Juana Acosta (Vientos de la Habana), Eduardo Noriega (La sonata del silencio), Dafne Fernández (Viral) y Beatriz Olivares (Los héroes del mal).
Tras haber sorprendido con El Bar, en líneas generales, Álex de la Iglesia optó por lanzarse a dirigir este remake de la cinta italiana que logró récords históricos en su país, y en el que el sesudo trabajo de guión, de hasta cinco guionistas, y la dirección de Genovese dieron con una buena fórmula que abarrotó las salas.
La trama se centra en un grupo de amigos que se reúne para cenar. Alfonso y Eva son los anfitriones de la velada, discuten alterados porque sus amigos están a punto de llegar y la cena no está preparada todavía. Los invitados son dos parejas más con sus típicas desavenencias y un amigo soltero que jura que su novia está enferma y por eso no ha podido acudir.
Todo transcurre con relativa normalidad hasta que, de pronto, surge la idea. ¿Qué pasaría si dejaran sus teléfonos móviles encima de la mesa, al alcance de todos? Llamadas, mensajes, chats, notificaciones de redes sociales, su vida entera compartida al instante y sin tapujos. ¿Un juego inocente o una propuesta peligrosa? ¿Podrá soportar el grupo semejante grado de sinceridad, aunque sólo sea por una noche?
El resultado es una comedia divertida y perspicaz que juega con ese algo inconfesable que todos ocultan, y no sólo a sus parejas. Un vehículo perfecto para un reparto increíble en el que todos están mucho más que bien en todo momento y cada intérprete tiene al menos un momento glorioso particular.