Poco faltó para que se repitiera lo de Polonia. De nuevo en los penaltis, esta vez entre los de Emery y los de Tuchel.
Pero no pudo ser. El Villarreal se quedó a las puertas de llevarse la Supercopa de Europa al caer (1-1) este miércoles ante el Chelsea en la tanda de penaltis (6-5) de la final celebrada en el Estadio de Windsor Park de Belfast.
"Siento orgullo del trabajo, orgullo de representar a Villarreal, a este club, a este proyecto, a la liga española, de haber jugado ante el mejor equipo del mundo… Hemos competido, hemos sabido reengancharnos, hemos tenido dos palos, en la prórroga notamos el cansancio acumulado y en los penaltis a veces ganas y a veces pierdes", analizó Emery tras el partido.
El cuadro español reaccionó en la segunda parte, donde logró el empate de Gerard Moreno tras el 1-0 de Ziyech.
Le faltó puntería al Villarreal para llevarse el segundo título de su historia y tras una prórroga donde mejoró el Chelsea, la tanda de penaltis trajo el título blue en la parada de Kepa, que saltó con ese cometido en el 120', a Albiol.
Y un detalle. Ninguno de los jugadores del Villarreal se quitó la medalla de subcampeón como desgraciadamente se ha puesto de moda últimamente. Todos valoraron lo logrado. Un ejemplo.