María Dolores de Cospedal, número dos del Partido Popular -y presidenta de Castilla-La Mancha– dijo que Pedro Sánchez no propone una reforma, sino otra Constitución. Alfonso Alonso, portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, señaló por su parte que se trata de "la vieja propuesta de Rubalcaba".
En el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), en el círculo de Pedro Sánchez, se asegura que no es así. También en medios políticos, como se apuntó a Hechos de Hoy, se asegura que es la hora de un debate sereno entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición en el marco de los tiempos nuevos abierto por el Rey Felipe VI.
Bajo el título de Política para un nuevo pacto –una reforma pactada de la Constitución resolvería el encaje de Cataluña en España-, Pedro Sánchez avanzó aún más su propuesta de un nuevo pacto constitucional. Lo hizo en un artículo de opinión en El País, que relanzó sus intervenciones en programas de televisión, actos internos del partido y en su intensa agenda en la que estuvo también el encuentro con Artur Mas.
Pedro Sánchez admitió que "es verdad que hay quien se crispa ante la idea de que esa reforma se hace por y para Cataluña". Pero a la vez insistió en que "también estaría justificada, siempre que no produjese agravios o discriminaciones". El secretario general del PSOE recalca en estos momentos que tanto el PSOE como millones de españoles no concibe una España sin Cataluña, ni una Cataluña en España incomoda.
Para Pedro Sánchez, el Estado de las autonomías necesita una actualización de las previsiones constitucionales que incorpore una perspectiva federal, asigne claramente competencias, asegure una financiación previsible y suficiente y reforme profundamente la composición y las funciones del Senado. El secretario general del PSOE plantea que ese Estado de las autonomías debería reconocer "las singularidades de algunas comunidades", promover la lealtad recíproca, y garantizar los mismos derechos a los ciudadanos.
Pedro Sánchez considera que Mariano Rajoy ha guardado silencio durante demasiado tiempo. Insiste en que no puede seguir sosteniendo que su obligación se limita al cumplimiento de la Constitución porque también le corresponde posibilitar, con su mayoría, un pacto nuevo.
Las propuestas y tesis de Pedro Sánchez
– Hay que responder a un problema esencial, formidable, porque afecta a la integridad misma del Estado.
– Lo que hoy se está planteando es la ruptura del Estado.
– La Generalitat defiende lo que sea Cataluña sólo les compete a ellos.
– Artur Mas y las fuerzas políticas que le apoyan han desarrollado un proceso lleno de juegos de palabras para aparentar que respetaban la legalidad cuando buscaban suplantarla.
– El Estado de las autonomías necesita una actualización de las previsiones constitucionales que incorpore una perspectiva federal.
– El proceso en que se han metido no cabe en la Constitución porque viola la soberanía que, en forma indivisible, corresponde al conjunto de los españoles.
– El Partido Socialista comparte la posición del Gobierno que incluye la impugnación de la ley de consultas y la convocatoria que, sobre sus disposiciones, hará el presidente de la Generalitat.
– Después de un 9-N sin consulta, habrá que hacer frente a sentimientos nuevos que se expresarán en Cataluña: frustración, enojo, desánimo, resistencia incluso; también, esperanza y alivio.
– En medio del silencio general, el Partido Socialista viene insistiendo desde hace meses y meses que la respuesta a nuestros problemas esenciales, incluida la articulación de Cataluña, hay que encontrarla en una reforma pactada de la Constitución.
– El Partido Socialista no concibe, ni quiere, una España sin Cataluña y tampoco una Cataluña en España con sensación de incomodidad, de incomprensión, de insatisfacción.
– El Estado de las autonomías necesita una actualización de las previsiones constitucionales que incorpore una perspectiva federal, asigne claramente competencias, asegure una financiación previsible y suficiente, reforme profundamente la composición y las funciones del Senado, reconozca las singularidades de algunas comunidades, promueva la lealtad recíproca, y garantice iguales derechos a los ciudadanos.
– Necesitamos un nuevo impulso a nuestra democracia, que la profundice y la extienda, que fomente la participación ciudadana, revitalice el Parlamento, mejore la representatividad de los electos, reduzca los aforamientos y asegure la independencia de la Justicia.
– Necesitamos actualizar el catálogo de derechos y libertades de los ciudadanos: para reconocer las nuevas formas de familia, suprimir definitivamente la pena de muerte, hacer de la protección de la salud un derecho real y efectivo, tutelar en serio el derecho al trabajo y a la vivienda, garantizar el compromiso efectivo de los poderes públicos con las políticas sociales que cristalizan el Estado de bienestar.
– En unas semanas, Mariano Rajoy habrá demostrado que el Estado no admite desafíos. Bien. Ahora debe demostrar que es capaz de trabajar por el futuro y no solo por su mantenimiento.