Francisco siguió con la misma atención que el fin de la Guerra Fria en el Caribe el paso dado por Barack Obama en Oriente Medio. Después de su gira en América Latina (Ecuador, Bolivia y Paraguay), Francisco ha estado atento a las heridas dejadas por el pulso de Grecia con la Unión Europea y al histórico pacto nuclear.
El Vaticano, con su diplomacia secreta, y la mediación directa de Francisco -involucrado desde el primer momento como destacó Hechos de Hoy– resultó decisivo para un hito del legado de Barack Obama tras sus dos mandatos en la Casa Blanca. En Irán, el presidente actuó con la misma audacia. Si la Cámara de Representantes quiere frenar este acuerdo, Barack Obama ganará la batalla en el Senado. Lo advirtió con suma claridad a sus críticos al señalar que vetará cualquier legislación que impida la ejecución de este acuerdo que cuenta con las cinco potencias del Consejo de Seguridad, Alemania y la Unión Europea.
Barack Obama aplicó la misma estrategia que empleó en Cuba de diálogo con los adversarios y de audacia estratégica. En Irán, el presidente Hasan Rohaní apostó también por la negociación y el diálogo como vía de salida a una situación que consideraba injusta. Irán somete así su programa nuclear a control occidental para asegurar que sólo será utilizado para usos civiles. A cambio, logra que se levantan las sanciones, lo que liberará 1,1 millones de barriles de petróleo al día.
La reacción de España
España, a través de diferentes personalidades , ha estado en un primer plano de este proceso de diálogo. Javier Solana, primero como secretario general de la OTAN, y luego como ministro de Exteriores de la Unión Europea -Alto Representante del Consejo para la Política Exterior y de Seguridad Común-. fue pionero en sus esfuerzos a favor del diálogo y la diplomacia.
El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, expresó el apoyo de España a este hito en Oriente Medio. Dijo que espera que Irán ayude ahora "a resolver los problemas que la comunidad internacional tiene" y que afectan "a todos, aunque parezca que eso está lejos". Recordó que la sospecha de que Irán "podría ir a una bomba nuclear viene desde el año 2003", lo que ha suscitado un "enorme" temor y "recelos en la zona", tanto en Israel y en Arabia Saudí, como en otros países.
"La nuclearización de Irán hubiese supuesto la nuclearización de toda la zona", porque el resto de las potencias que compiten, como Turquía o Egipto, "también hubiesen ido" a tener la bomba nuclear, explicó. Subrayó que este acuerdo "es capital" y "cambia el juego en el Oriente Medio".
Irán "no solo va a tener derecho a una utilización pacífica de la energía nuclear", como todos los demás países que han firmado el Tratado de no proliferación, "sino que va a formar parte de la ecuación, va a formar parte de la solución",destacó.
Apuntó que Siria, Irak, Yemen o Líbano "dependen de la buena voluntad de muchos, pero muy especialmente de Irán, que es el faro en el que se mira esa parte de la comunidad musulmana" conocidos como chiíes. Sentenció que hay que valorar el acuerdo "en sus justos términos, como un triunfo de la diplomacia, de la negociación y del diálogo".
