No hubo una revolución en España pero sí se produjo un vuelco. En una escena de cuatro partidos, las formaciones emergentes, Podemos (extrema izquierda) y Ciudadanos (centro), impusieron su agenda a los viejos partidos o formaciones tradicionales, Partido Popular (conservador, derecha) y Partido Socialista (socialdemócrata, izquierda).
Lo que son nuevas plataformas de izquierda y mareas sociales accedieron al poder municipal en las dos ciudades más representativas de España, Madrid y Barcelona, pero también lo lograron en otras capitales de provincia como fueron La Coruña y Cádiz.
Sobre los pactos electorales y este nuevo tiempo político, que se alumbró a nivel local en España, tres primeras reflexiones:
I. Partido Popular (PP)
1. Perdió las alcaldías de Madrid y Valencia tras una gestión de 24 años. Hubo poca delicadeza de Rita Barberá en no acudir a su relevo (asunto que destacó Hechos de Hoy).
2. Aunque sigue siendo la fuerza más votada, el PP mostró que tiene un margen reducido de pacto.
3. El PSOE decidió evitar los pactos a nivel local. Las expecativas del PP quedaron amargamente truncadas.
4. Conserva capitales de provincia con el apoyo de Ciudadanos . El partido de Albert Rivera le exige a cambio regeneración democrática, un escenario que no está siendo cómodo para el PP.
5. El poder local es clave. El partido conservador se va a comenzar a debilitar.
6. Los comicios locales y los pactos han mostrado nuevas debilidades de Mariano Rajoy. No planteó con audacia las batallas municipales. Rita Barberá, con 24 años de gestión a sus espaldas, no podía, evidentemente, encarnar la imagen de la regeneración y el cambio.
7. Se equivocará Mariano Rajoy si coloca sólo al PSOE como el único responsable del declive conservador. Es hora de más autocrtítica, reforma y cambio urgente y audaz. Si no lo aplica, llevará al PP de su máximo triunfo a su mayor derrota en la historia de la democracia.
II. Partido Socialista (PSOE)
1. Consiguió en la constitución de los ayuntamientos mayor poder del que tenía.
2. Recuperar la importante alcaldía de Sevilla es una victoria con diferentes padres: el susanismo y el sanchismo. La tensión entre Susana Díaz y Pedro Sánchez no está cerrada.
3. No se puede considerar el ganador de los pactos.
4. Es muy incierta la situación de Pedro Sánchez ante las elecciones generales al girar contra Mariano Rajoy y el partido conservador y colocarse a favor de las fuerzas emergentes como Podemos y las mareas sociales.
5. Es bien cierto que los actuales aliados de Pedro Sánchez serán sus rivales directos en las elecciones geerales y podrían convertir al PSOE en formación residual.
III. Partidos nacionalistas
Por último, y en la escena de los partidos nacionalistas en España, dos notas:
– El PNV logró la alcaldía de las tres capitales vascas: Bilbao, San Sebastián y Vitoria. La de Vitoria la obtuvo con el apoyo de Bildu. A la vez Bildu extendió su poder del País Vasco a Navarra al lograr el control del Ayuntamiento de Pamplona.
– En Cataluña, CiU y ERC -nacionalistas e indeendientes- no lograron el éxito que esperaban con su alianza y su apuesta conjunta. La pérdida de Barcelona ha debilitado a Artur Mas. Si persevera en su plan de comicios plebiscitarios podría llevarse una gran sorpresa.
