En otros tiempos era complicado comprar acciones de empresas que no tuvieran su sede principal en España. Afortunadamente, a fecha de hoy todo son facilidades. De hecho, incluso es posible evitar las comisiones de custodia y otros tipos de pagos, dando pie así a que los beneficios económicos sean mayores al no tener que restar ninguna cifra a posteriori.
Es por este motivo que desde hace aproximadamente una década se dispararon las compras de acciones de empresas extranjeras. En este sentido, una de las que más han crecido es Tesla.
De hecho, es probable que en alguna que otra ocasión te hayas planteado hacerte con acciones de Tesla. Y no es para menos, puesto que diversas claves se suman para dar pie a que dicha alternativa cada vez tenga más sentido, independientemente de si eres inversor experimentado o quieres adentrarte por primera vez en este mundillo.
Ascenso vertiginoso desde principios de 2020
Es innegable que antes de decantarse por algún valor, cualquier inversor se dedica a analizar los movimientos que ha experimentado. En el caso de Tesla, a excepción de uno reciente que ahora detallaremos, todos ellos forman parte de un ascenso que viene dándose desde que dio comienzo el 2020.
Concretamente en el mes de enero de ese año el valor era de unos 88 dólares. Justo un año después, el 8 de enero de 2021, se había multiplicado hasta los 880 USD.
Por supuesto, tanto en la bolsa como en muchos otros mercados, todo lo que sube es probable que tarde o temprano acabe bajando. Es precisamente lo que le sucedió a Tesla a principios de febrero. A lo largo de todo el mes fue descendiendo hasta que, el 8 de marzo, estuvo en 563 dólares.
Quienes se mantuvieron firmes, sin recurrir a la venta de sus acciones, están de enhorabuena. Y es que tal como era previsible, las acciones de Tesla vuelven a subir poco a poco. En los momentos de escribir estas líneas su valor es de 738 dólares. Por ende, en caso de seguir el actual ritmo, el anterior récord histórico podría ser alcanzado en poco tiempo.
Ante este tipo de previsiones es comprensible que aumente al máximo el interés por este producto financiero. Aunque a la lista de motivos hay que sumar otros factores positivos que tienen en cuenta los inversores.
Un tipo de negocio con mucho futuro por delante
Así como ciertas compañías parecen tener los días contados, ejemplificándolo aquellas que fabrican motores diesel, presumiblemente sucederá todo lo contrario con Tesla, tal como refleja su valor en bolsa en constante crecimiento.
Y no es para menos, puesto que los vehículos eléctricos están a la orden del día. En menor escala los patinetes y las bicicletas lo demuestran a la perfección, siendo cada vez más utilizados sobre todo por los habitantes de grandes ciudades que agradecen poder moverse, por ejemplo, de casa al trabajo sin contaminar.
La ausencia de emisiones de CO2 es tenida muy en cuenta por la sociedad actual. De hecho, el propio Elon Musk quiere evitar que las mismas se produzcan, siendo consciente de que afectan gravemente a un planeta Tierra que, según el propio filántropo, deberá ser abandonado por el ser humano dentro de no muchos años. ¿Descabellado? Tal vez, pero lo cierto es que con los coches eléctricos se impacta mucho menos al medioambiente.
Tras el surgimiento del Tesla Roadster ya se podía prever que la compañía iría in crescendo, aunque por aquel entonces el precio de la tecnología utilizada era demasiado alto. Por ende, ello se traducía en un coste casi inasumible para la inmensa mayoría de ciudadanos.
La tecnología ha evolucionado mucho desde la presentación de ese coche en el año 2008. A su vez, los costes de producción y fabricación se han abaratado, por lo que contando con las ayudas que dan los propios gobiernos de Europa, es posible adquirir un Model 3 por aproximadamente 45.000 euros.
Teniendo en cuenta que cuesta algo menos del doble que un buen coche de gasolina o diesel, así como el hecho de que la inversión acaba amortizándose con creces debido al bajísimo consumo de este tipo de automóviles, es de esperar que sus cifras de ventas vayan a más -al mismo tiempo en que lo haga el valor de sus acciones-.
Tesla y las inversiones
Desde hace tiempo la marca Tesla está estrechamente relacionada con las inversiones en otros mercados, lo cual puede acabar repercutiendo en la bolsa de manera muy positiva. Es lo que sucedió cuando su CEO, Elon Musk, decidió adquirir una gran cantidad de criptomonedas.
Bitcoin fue la elegida para llevar a cabo un movimiento que supuso un gran subidón de las acciones de Tesla. Ello no es de extrañar, puesto que los inversores ven cómo el propio magnate no duda en destinar parte de sus beneficios a seguir apostando por las nuevas tecnologías, las cuales incluso son admitidas como métodos de pago a la hora de comprar uno de sus coches eléctricos.