Giro copernicano en la presidencia de Donald Trump quizás porque había llegado a una situación límite. Ataque contra Siria, movilización naval ante Corea del Norte y golpe espectacular en Afganistán contra los aliados de la guerrilla suní radical de ISIS.
Estados Unidos lanzó sobre Afganistán el mayor artefacto no nuclear que posee y que desarrolló durante la guerra de Irak. El Pentágono confirmó el lanzamiento de la bomba GBU-43/B o Massive Ordnance Air Blast bomb (MOAB) de 10.000 kilos de peso.
Fue un ataque a la red de túneles del ISIS-K (la facción afgana de Estado Islámico) en el distrito de Achin, provincia de Nangarhar. La GBU-43/B se lanzó desde un avión MC-130 la unidad de operaciones especiales de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Esta bomba, la no nuclear más grande jamás construída, tiene el objetivo táctico de atacar trincheras e infraestructuras a poca profundidad, y no búnkers bajo tierra. Puede matar a todas las personas en un radio de varios cientos de metros y causar afecciones respiratorias en una área significativamente mucho mayor según los expertos. Supone un ataque muy amplio y devastador.
"Hizo impacto con un complejo de cavernas en el distrito de Achin, en la provincia oriental de Nangarhar de Afganistán", confirmó el portavoz del Pentágono, Adam Stump.
La provincia de Nangarhar, en el este afgano y cerca de la frontera con Pakistán, es la región en la que los yihadistas de ISIS (Estado Islámico) se asentaron para ampliar su presencia en la que llaman provincia de Jorasán (parte de su autodeclarado califato).