La costa del Pacífico de México sufre una nueva amenaza de huracán, el segundo en lo que va de semana. Llega Polo, una vez debilitado Odile, que dejó graves destrozos y casi incomunicado al balneario Los Cabos, donde se registraron nuevos episodios de saqueos a comercios.
Polo se fortaleció a huracán categoría 1 en la escala Saffir-Simpson -de un total de 5- cuando se hallaba a 290 km al sur del puerto de Manzanillo (oeste), según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). El huracán se desplaza hacia el oeste-noroeste a 17 km/h con vientos máximos sostenidos de 120 km/h y rachas de hasta 150 km/h. Según estimaciones de la Conagua, Polo seguirá una trayectoria paralela a la costa mexicana sin llegar a tocar tierra. Se espera que sus torrenciales lluvias afecten a regiones de Guerrero, Michoacán, Colima y Jalisco; así como Oaxaca y Puebla.
En Acapulco, donde ya fueron suspendidas las clases este miércoles, el paso cercano de Polo causó daños leves a casi 200 restaurantes y otros negocios de playa, según informó el departamento de Protección Civil de la región de Guerrero. Por su parte, el importante puerto de Lázaro Cárdenas se cerró a la navegación, dejando en tierra a unas 120 lanchas y 500 pescadores.
El fortalecimiento de Polo llega cuando Los Cabos sigue prácticamente aislado después del paso de Odile. Las autoridades tratan de evacuar con un puente aéreo a unos 25.000 turistas varados por los graves daños en el aeropuerto. Unos 11.000 ya lograron abandonar la zona. La mayoría de los 238.000 habitantes de la localidad carece de servicios de agua y luz.
En barrios populares de Los Cabos se produjeron saqueos en pequeños comercios de alimentos y en grandes almacenes. El ministro de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, reconoció que Los Cabos vive problemas de abastecimiento pero recalcó que "nada justifica" estos pillajes y señaló que este miércoles llegaron más militares y policías para evitarlos.
A la cercana localidad de La Paz llegará este jueves un buque con las primeras 500 toneladas de víveres para los damnificados.