Los ingredientes
– 2 kilos de tomates grandes y maduros pero no pasados
– 1/2 kilo de azúcar
– 1 limón grande
– 1 ramita de canela
– una cucharada de sal
La preparación
Escaldar los tomates en agua hirviendo con una cucharada de sal. Pasar por agua fría y pelar.
Partir por la mitad y exprimir para que expulsen el agua y la mayor cantidad posible de semillas.
Pesar la pulpa obtenida y poner para un kilo de pulpa medio kilo de azúcar (o en proporción si es un poco más o un poco menos). Remover bien y dejar reposar una media hora.
Añadir el zumo del limón y la ramita de canela y dejar cocer en una olla alta -para evitar que salpique- a fuego bajo durante unos 30 o 40 minutos hasta que la conserva tenga la consistencia deseada. Hay que remover con frecuencia. Si al principio se forma espuma, remover con una espumadera.
Apartar del fuego y dejar enfriar.
Echar en tarros de cristal previamente esterilizados en agua hirviendo y secados bocabajo sobre un escurridor.
Hay que llenarlos lo más posible, hasta arriba del todo, y cerrar herméticamente. Meter los tarros al baño maría durante unos 20 minutos para que la conserva dure varios meses almacenada en un lugar fresco.