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CAMBIOS IMPORTANTES

Medicamentos y queso contra las enfermedades cardiovasculares

Los hallazgos sugieren que el queso y la leche podrían ayudar a modificar las bacterias del intestino con el fin de reducir la producción de un metabolito llamado trimetilamina-N-óxido.

Hechosdehoy / Carmen Rodríguez Campos
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Al efecto protector del vino en las enfermedades cardiovasculares se suma ahora el del queso. Así lo certifica una investigación que se publica en Journal of Agricultural and Food Chemistry y que termina con el controvertido tema que asegura que los franceses tienen ciertos efectos protectores frente a la enfermedad cardiovascular.

Por ello, desde la investigación se preguntan que cómo es posible que un país en cuya dieta haya grandes cantidades de queso, baguetes y el vino tinto tenga tasas tan bajas de enfermedad cardiovascular. Según este estudio, un francés consume una media de 26 kg de queso al año, más que en cualquier otro país.

Algunos estudios apuntaron al resveratrol del vino tinto como una factor protector pero a tenor de los datos obtenidos de la Danish Dairy Research Foundation, es posible que el queso sea más beneficioso que dañino. Y ello, explican en el estudio, “radicaría en que es posible en que los expertos se hayan equivocado al condenar la grasa saturada como la causa principal de las enfermedades del corazón”.

De esa manera, el equipo sugiera que algunos efectos positivos de determinados productos lácteos. Por ejemplo, un estudio encontró que el queso reduce el colesterol ‘malo’ en comparación con la mantequilla con el mismo contenido de grasa, lo que sugiere que el alto consumo de queso podría ayudar a explicar la paradoja francesa.

Para investigar más a fondo dicha asociación se analizó cómo se digiera el queso. Analizó los datos de 15 hombres jóvenes sanos que consumieron tres dietas durante dos semanas. Todas ellas tenían la misma cantidad de calorías y grasa, pero una era rico en grasa de la leche en un 1,5%, otra obligaba a comer 1,7 gramos de queso de vaca al día y había una tercera dieta control.

Los investigadores analizaron la orina y las heces de los voluntarios para averiguar cómo se metabolizaban los lácteos y el efecto que tenían sobre los marcadores de los niveles de colesterol en la sangre.

Los datos demostraron que “los participantes se atiborraban de productos lácteos, pero especialmente el queso, su microflora parecía cambiar. En sus heces, encontraron que los que consumieron queso tenían mayores niveles fecales de butirato, un compuesto producido por las bacterias intestinales”.

“Niveles de butirato elevados están relacionados con una reducción del colesterol”, explican. “También tenían niveles más bajos que el grupo de control de trimetilamina-N-óxido (TMAO), un metabolito llamado trimetilamina-N-óxido (TMAO), que es el que promueve la aterosclerosis, y que se encuentra en muchos alimentos de origen animal, especialmente carne roja”, recalcaron.

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