El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, firmó este lunes en Madrid un acuerdo con el secretario de Estado, John Kerry, para que Palomares "vuelva a la normalidad" después del accidente nuclear que sufrió en 1966 y en el que se vieron implicados dos aviones militares norteamericanos. Margallo y Kerry firmaron en la sede de Exteriores una "declaración de intenciones" entre ambos países, destinada a descontaminar del todo esta localidad almeriense tras el accidente sufrido.
En concreto, el 17 de enero de 1966 se produjo una colisión en el aire entre un avión cisterna de EE.UU., procedente de la base de Morón, y un bombardero estratégico de este mismo país, que llevaba armas nucleares y que venía de Turquía.
En este sentido, Margallo explicó que la "declaración de intenciones" firmada con Kerry permitirá empezar a negociar "de forma inmediata" con EE.UU. para ejecutar "en el plazo más breve posible" una serie de iniciativas para descontaminar definitivamente la localidad de Palomares. El ministro indicó que el desarrollo de este proyecto está "muy avanzado" y que la voluntad de ambos países es ejecutarlo en breve para que la localidad almeriense "vuelva a la normalidad" lo antes posible.
Por su parte, Kerry destacó el "trabajo loable" que su embajador en España y el representante español en EE.UU. han realizado para alcanzar el "logro" que supone el acuerdo sobre Palomares y que este asunto pueda cerrarse definitivamente.
Al mismo tiempo, el ministro español explicó que el accidente en esta localidad almeriense hay que ponerlo "en perspectiva", ya que desde que se produjo el incidente se han venido realizando actuaciones. Así, se refirió a que en 1966 se llevó a cabo una rehabilitación "en profundidad" de las tierras contaminadas, mientras que en 2007 se elaboró, en colaboración con las autoridades norteamericanas, un "mapa detallado de contaminación" en este municipio andaluz. Finalmente, desde 2010 ha habido "multitud de reuniones" sobre este asunto entre ambos países, que han cristalizado en la "declaración de intenciones" firmada este lunes.
Durante la rueda de prensa se le preguntó a Kerry su opinión sobre las próximas elecciones generales del 20 de diciembre y si un posible nuevo gobierno de izquierdas afectaría a las relaciones entre ambos países. El secretario de Estado se limitó a reiterar el mensaje lanzado en septiembre por Barack Obama ante Felipe VI, en el sentido de que los estadounidenses quieren relacionarse con una "España fuerte y unificada" (strong and unified, en palabras textuales).
