El dermatólogo Donis Muñoz, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), ha advertido de que algunas enfermedades de la piel, como los melanomas, tienen su origen en una quemadura solar ocurrida en la infancia.
"La piel guarda memoria de las injerencias que se han ido acumulando sobre ella, hasta el punto de que determinadas pecas malignas o melanomas que aparecen en la edad adulta tienen su origen en una quemadura solar ocurrida en la infancia", explicó Muñoz en declaraciones a Servimedia.
Del mismo modo, un exceso de exposición a los rayos solares puede ocasionar "una disminución del sistema defensivo e inmunitario, incrementando el riesgo de padecer infecciones, como ocurre con el herpes simple, que puede aparecer tras una exposición solar excesiva, más frecuentemente en los niños".
No obstante, existen enfermedades de la piel que "mejoran notablemente con el sol, como es el caso de algunos eccemas, como la psoriasis o el acné", mientras que "otras empeoran, especialmente las relacionadas con las alteraciones de la pigmentación de la piel".
Exponernos al sol de modo responsable
En ese sentido, Muñoz considera primordial "exponernos al sol de un modo responsable y adecuado a nuestro tipo de piel, con especial precaución en niños pequeños y personas de piel muy clara".
Los dermatólogos recuerdan que a medida que aumenta la exposición solar, la piel debería adquirir un color más oscuro gracias a la producción de melanina, que actúa como un fotoprotector natural.
Según la mayor o menor capacidad de cada persona para broncearse, existe una clasificación por fototipos, que va del uno (de pieles muy claras y ojos azules, que se queman siempre y no se pigmentan nunca por carecer de melanina) al seis (propio de las personas de raza negra, que nunca se queman por poseer genéticamente mucha melanina). En el entorno mediterráneo se dan principalmente los fototipos tres y cuatro (se queman moderadamente y se pigmentan con relativa facilidad).
"Por una parte, el sol nos da la vida y es fuente de luz y calor. Es muy beneficioso para nuestra salud, ya que aumenta la absorción de calcio en nuestros huesos y aporta vitamina D a nuestra piel. También produce una acción antidepresiva al aportar energía, alegría y optimismo. Por otra parte, el exceso de sol favorece la aparición de cáncer de piel y provoca el envejecimiento prematuro de la misma", advirtió Muñoz.
Ante esta situación, el dermatólogo recomienda utilizar fotoprotectores solares, así como evitar la exposición al sol entre las 12.00 y las 16.00 horas, exponerse progresivamente hasta iniciar el bronceado, utilizar protectores de alto índice de protección, sobre todo en personas de piel y ojos claros que se queman fácilmente, y no aplicarse colonias o jabones perfumados antes de exponerse al sol.
Asimismo, recuerda que el contacto de la piel con plantas como el césped y que la toma de determinados fármacos pueden provocar determinadas reacciones, que en los días nublados también pueden producirse quemaduras, que no hay que exponerse mucho tiempo al sol y que se debe aumentar el cuidado de los niños en horas de máxima exposición solar.