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Los alimentos que aumentan, y mucho, el dolor de cabeza y las cefaleas

La alimentación tiene un papel desencadenante, pero también otros factores que van desde el estrés a las hormonas, el ayuno, el clima, los trastornos de sueño, el alcohol o la falta de ejercicio físico.

Hechosdehoy / Carmen Rodríguez Campos
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La ingesta de algunos alimentos, así como una mala estructuración de la dieta puede dar lugar a la aparición de dolores de cabeza. Pero es llamativo que tanto cefaelas como migrañas se producen, en ocasiones, por otros factores que no tienen que ver con la alimentación. 

“Hay muchos tipos de cefaleas, pero existen fundamentalmente dos grandes grupos. Por un lado, está la llamada cefalea tensional, de mayor prevalencia en la población general, una especie de dolor que, dicho de forma sencilla, es como llevar una especie de casco que nos aprieta el cráneo, y, por otro lado, la migraña, que es un dolor más complejo, más localizado”, indicó Tamara Louro, médica del Institut Català de la Salut

La experta asegura que las visitas a su consulta por migrañas y cefaleas son frecuentes, y que “en el caso de las migrañas, la dieta es un factor desencadenante a tener en cuenta”. No ocurre así con la cefalea tensional, de la que no se han encontrado evidencias científicas concluyentes sobre su relación con la dieta.

En el caso de las migrañas no solo la alimentación puede ser un desencadenante, sino también otros factores que hay que estudiar de forma personalizada, que van desde “el estrés a las hormonas, el ayuno, el clima, los trastornos de sueño, el alcohol o la falta de ejercicio físico”, indicó. 

Es lo que Louro denomina “alimentos gatillo”, es decir que por sí solos pueden precipitar el dolor de cabeza, y que a menudo se pueden descartar de la dieta por un método de ensayo-error. Son los alimentos conocidos como precipitantes, cuya ingesta unas tres horas antes se ha relacionado con la aparición de la migraña. 

Algunos de los más comunes son el chocolate, el plátano, los frutos secos, los cítricos, los picantes, el queso añejo (especialmente el Cheddar), los lácteos y algunos aditivos como el glutamato monosódico, presente en numerosos productos procesados. Los expertos recomiendan no retirarlos de golpe, y por el contrario, hacerlo progresivamente. 

Para evitarlo, es fundamental “comer algo de carbohidrato en cada comida, para garantizar la estabilidad de los niveles de glucosa en sangre”. Es fundamental, además, no estar demasiadas horas sin consumirlos, de manera que Sánchez recomienda realizar ingestas moderadas cada tres horas y recuerda que “los carbohidratos están también presentes en la fruta.  En muchas ocasiones, basta un simple cambio en los horarios y estructura de las comidas para notar mejoría”.

Por su parte, la alta concentración de histaminas en sangre provoca gran parte de migrañas. Esto se debe a la acción de la diaminooxidasa (DAO), una hormona fundamental en la metabolización de las histaminas, cuyo déficit da lugar a grandes concentraciones de estas moléculas en sangre, que tienen un efecto vasodilatador y, por tanto, pueden ocasionar dolores de cabeza.

Los expertos recomiendan reducir la ingesta de estos productos, “que suelen ser los alimentos proteicos como embutidos, conservas de pescado, mariscos, pescados congelados y quesos”. Otro alimento de consumo frecuente rico en histaminas es el cacao, presente en chocolate, dulces, la bollería, etc.
 
También hay que evitar el alcohol. “Por un lado, es rico en histaminas, y por el otro es hipoglucemiante, de modo que nunca es recomendable", indicaron los expertos. 

Pese a que diversos estudios han relacionado el consumo de cafeína con las cefaleas, también es cierto, por otra parte, que se da la paradoja de que “la abstinencia de la cafeína es un motivo de dolores de cabeza para muchos pacientes”, explicaron. 

Algunos estudios científicos relacionaron también el déficit de vitamina B2 con los dolores de cabeza, algo que, para Sánchez, suele ser menos habitual, ya que la mayoría de personas presenta unos niveles aceptables de esta vitamina, “presente sobre todo en los productos proteicos, cereales y derivados”. 
 
Los pescados contienen, además, ácidos grasos esenciales Omega 3, “que también tienen relación con la inflamación”. Louro, por su parte, alerta de que en ocasiones un exceso de analgésicos durante un tiempo prolongado puede tener también consecuencias y agravar las migrañas en lugar de aliviarlas.

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