El cohete Long March-5B Y2, que ha tenido en vilo a todo el mundo durante los últimos días y se encontraba totalmente fuera de control, regresó finalmente a la atmósfera de la Tierra a las 10:24, hora local china, 03.24, hora española.
La mayoría de sus restos se desintegraron mientras que el resto cayó en el océano Índico, al norte de las Maldivas y a unos 600 kilómetros del sur de India, en concreto, a 72.47 grados de longitud este y 2.65 grados de latitud norte, según indicó la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China.
La vuelta descontrolada del cohete Long March-5B Y2 a la Tierra había causado gran preocupación por la falta de precisión en cuanto al lugar en el que podría caer. Las autoridades chinas afirmaban que había muy poco riesgo de que los restos -del tamaño de una casa de 10 pisos- cayeran en una zona habitada.
China había lanzado el Long March-5B Y2, de más de 20 toneladas de peso, el pasado 29 de abril para poner en órbita una sección de la estación espacial que está construyendo. La estación espacial se ensamblará a partir de varios módulos que China enviará en diferentes momentos.