Alberto Schommer, reciente Premio Nacional de Fotografía 2013, acaba de entrar en el apasionante Olimpo de los fotógrafos que han logrado exponer en el Museo del Prado. A través de sus obras logra que la mirada de sus protagonistas sean el espejo del alma al dotarles de inmortalidad.
Por ello, desde el 22 de julio al 14 de septiembre, el Museo del Prado ofrece la exposición Máscaras, que reúne una serie de 18 retratos realizados en los años 80 por el fotógrafo Alberto Schommer, junto a una selección de 13 retratos de las colecciones de El Prado pintados por artistas españoles desde el siglo XVI hasta principios del XX.
Y en su esfuerzo por querer plasmar la identidad a través de la fotografía, Schommer fue más allá y le arrancó los ojos a sus personajes con el objetivo de prestarles su propia mirada y definirles a través de ella. Hay que recordar que en los años ochenta, el fotógrafo realizó un conjunto de retratos muy particulares, rostros iluminados con una intensa luz cenital que entierra sus párpados bajo una mancha de sombra negra.
En la sala José Luis Aranguren mira a Luis de Góngora, Alberti a Goya, Vicente Aleixandre y Antonio Saura a Espronceda, lo mismo Juan Benet y Antonio López a Francesc Torrescassana o Mariano Fortuny. Y presidiendo el conjunto el Demócrito que José de Ribera pintó en 1630, saliendo de la oscuridad.
“El primero de ellos fue el de Vicente Aleixandre. Lo fotografié en diferentes ángulos y con distintas iluminaciones. Cuando revisé las pruebas, me decidí inmediatamente por la imagen sin ojos. Y sí, era como una máscara”, comentó Alberto Schommer para explicar el inicio de la muestra.
Rafael Alberti, José Luis Aranguren, Cela, Francisco Ayala dan vida a las paredes de la sala que alberga la colección en tonos blanco y negro intensamente contrastados. “Góngora frente a Aleixandre o Alberti, el joven Velázquez frente a Chillida, Saura o Antonio López, tienen el común denominador de ser obra de artistas españoles y que, como Shommer, retratan a su vez a personajes de la cultura”, explicó Miguel Zugaza, director del Museo de El Prado durante el acto.
“Mientras no existía la fotografía el retrato lo hacían los pintores, y cuando llega, son los fotógrafos los que toman el protagonismo. Hay algunos que lo han cultivado con las mismas claves y sensibilidad que lo hacían los pintores”, indicó durante la presentación Jesús Prieto, director general de Bellas Artes.