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MALA ALIMENTACIÓN

Las enfermedades más agresivas no están relacionadas con el tabaco y sedentarismo

Aunque el ejercicio es clave para evitar enfermedades graves, como la diabetes, patologías del corazón o la demencia, las dietas hipercalóricas son las responsables de la obesidad.

Hechosdehoy / Carmen Rodríguez Campos
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El exceso de azúcar y de carbohidratos en la dieta, y no la falta de actividad física es la que está detrás en el aumento de la obesidad. Por ello, es importante terminar con el mito de que el sedentarismo está detrás de esta enfermedad. Los expertos aclararon tajantemente que “una mala dieta es la única responsable”.

De esta forma tan controvertida se hace referencia a la obesidad en el British Journal of Sports Medicine que asegura que si bien el ejercicio regular es clave para evitar enfermedades graves, como la diabetes, patologías del corazón o la demencia, nuestras dietas hipercalóricas son las máximas responsables de la pandemia de obesidad.

En los últimos 30 años, en los que la obesidad se ha disparado, ha habido pocos cambios en los niveles de actividad física en la población occidental. Esto, aseguran, señala ineludiblemente a la cantidad de calorías consumidas. Sin embargo, la epidemia de obesidad representa sólo la “punta de un iceberg” mucho más grande sobre las consecuencias adversas para la salud de una mala alimentación.

También se establece que la mala alimentación genera ahora más enfermedades que la inactividad física, el alcohol y el tabaquismo juntos. Sin embargo, este es un hecho que pasa desapercibido a los científicos, médicos, periodistas y políticos. En lugar de ello, se desató un mensaje inútil por mantener un “peso saludable” basado en contar las calorías de los alimentos y todavía muchas personas creen erróneamente que la obesidad se debe enteramente a la falta de ejercicio.

Para los autores de este artículo “esta falsa percepción tiene sus raíces en las campañas de la industria alimentaria que utiliza tácticas muy similares a las de las grandes tabacaleras. Así, al igual que hizo la industria del tabaco cuando se publicaron los primeros vínculos entre el tabaco y el cáncer de pulmón, la maquinaria de la industria ha fabricado mensajes de negación, duda, confusión”.

De dónde provienen las calorías es crucial, señalan; así, las calorías del azúcar promueven el almacenamiento de grasas y el hambre, mientras que las de la grasa inducen plenitud o saciedad.

Asimismo se reveló que que por cada exceso de 150 calorías de azúcar (por ejemplo una lata de refresco de cola), se producía un aumento de casi 11 veces en la prevalencia de diabetes tipo 2, en comparación con las mismas 150 calorías obtenidas de la grasa o proteína. Y esto es independiente del nivel de actividad física y del peso de la persona.

Asimismo, otro trabajo también publicado en Nutrition concluyó que la restricción de carbohidratos en la dieta es la intervención más eficaz para reducir todas las características del síndrome metabólico y debe ser el primer enfoque en el manejo de la diabetes, con beneficios incluso sin no hay pérdida de peso.

Respecto a los carbohidratos, las razones aseguran que “el cuerpo tiene una capacidad limitada para almacenar carbohidratos y que son esenciales para el ejercicio más intenso. Sin embargo, estudios recientes sugieren justo lo contrario”. El trabajo establece que “la adaptación crónica a una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos induce altas tasas de oxidación de grasas durante el ejercicio, suficiente para la mayoría de los deportistas en la mayoría de las disciplinas deportivas”. 

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