¿Si no hay capacidad de entendimiento entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, y son ellos mismos el obstáculo y no la solución, hay una salida política para España? (ver en Hechos de Hoy, Partido Popular ante las dudas para la investidura de Mariano Rajoy).
José Manuel García-Margallo pudo comprobar en Bruselas, en el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, que la prima de resgo y el crecimiento económico dejaron de ser los termómetros de referencia sobre la salud de España. Y que comienza a producirse un paralelismo entre la Italia postrada tras Silvio Berluscon y la España después de las elecciones generales del 20 de diciembre.
La gran pregunta no se esconde. ¿Existe la vía de un Mario Monti en España? ¿Puede emerger un nuevo candidato del Partido Popular que no sea Mariano Rajoy o un candidato del Partido Socilista distinto a Pedro Sánchez?
Si en otros países de la Unión Europea -como el caso de la misma Bélgica– se ha podido prolongar la situación de un gobierno interino, hay la sensación acertada de que una situación similar será muy negativa para España. También existe la convicción de que no existe una cultura de pactos.
Si Mariano Rajoy no puede liderar un pacto de PP, PSOE y Ciudadanos, y Pedro Sánchez no quiere hacerlo, ¿qué salida política hay para España? La verdadera preocupación en Bruselas es la certidumbre de que unas nuevas elecciones agudizarán el problema de empantanamiento.
José Manuel García-Margallo escuchó estas inquietudes en Bruselas. "Es una preocupación que entiendo perfectamente. Los ministros consideran que España debe tener Gobierno cuanto antes y que esté formado por partidos que defiendan los valores compartidos por la Unión Europea", señaló.
Según García-Margallo, la preocupación por España se centra en tres puntos: "que haya un gobierno cuanto antes", "que esté formado por partidos que comulguen con valores y principios en los que se basa la Unión Europea", y que "asuman las obligaciones derivadas de la pertenencia a la Unión Económica y Monetaria".
"La paralización de un país tan importante en el euro como España, que es la cuarta economía del euro y la quinta de la Unión Europea, es una preocupación que comparten todos en cuanto puede afectar a todo el proceso europeo", subrayó. No es un secreto en Bruselas la sensación de añoranza ante los liderazgos y las personalidades de Felipe González y Javier Solana.