Ana Pastor no acudió a la comparecencia en la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados. De nuevo, la estrategia de la silla vacía por parte del Gobiern o en funciones. Se está dañando a la democracia con la situación de parálisis que en España es difícil de comprender.

Las expectativas habituales de diálogo y pacto político no han cuajado en más de tres décadas en España. La sensación de marear la perdiz y perderse en lo que es la anécdota podría tener el impacto de una fuerte abstención si hay nuevos comicios. Sólo Albert Rivera, líder de Ciudadanos, ha tratado de romper esta dinámica de guerra fría entre PP y PSOE. No admitirá además por parte de Podemos que la negociación política se quiera convertir en un plató y no en un servicio a los intereses generales de España (ver en Hechos de Hoy, Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ante la reunión crucial).

El barómetro de marzo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) fue concluyente. Ocho de cada diez españoles consideran que la situación política es mala (37,6%) o muy mala (42,3%).

La encuesta, realizada después del fallido intento de investidura de Pedro Sánchez (PSOE) y casi tres meses después de las elecciones generales, muestra que la mayoría, el 53,1%, cree que la situación dentro de un año no solo no mejorará, sino que será igual (31,5%) o peor (21,6%). El paro y la corrupción siguen siendo los problemas que más preocupan.