Ken Follett se ha convertido en toda una estrella literaria. Pese a que el sector editorial no es muy partidario de producir este tipo de personajes, el escritor es un ejemplo perfecto de que existe el star system del libro.
Por ello, Ken Follett presentó este martes su nueva novela El umbral de la eternidad (Plaza & Janés), un trabajo que pone punto y final a su trilogía sobre el siglo XX a través de los hechos más relevantes de la centuria. Este trabajo pone punto y final a su trilogía sobre el siglo XX a través de los hechos más relevantes de la centuria.
Entre ellos, los nacionalismos, respecto a los que se ha mostrado en contra, afirmando que para su país natal, Gales, sería "desastroso" independizarse de Reino Unido. "No estoy seguro hasta qué punto el nacionalismo puede encajar. Vengo de un país muy pequeño y estoy en contra de ese movimiento, me gusta la diversidad cultural y la unión económica. ¿Qué ibamos a ganar los galeses con la independencia?", cuestionó.
Asimismo, explicó cuáles serían las consecuencias para los galeses si, en lugar de poder optar libremente a un trabajo en todo Reino Unido, se vieran obligados a solicitar un permiso de residente como ocurre en Estados Unidos. "Sería terrible", apuntó mientras defendió la preservación de la identidad cultural de los ciudadanos.
"Tenemos tradiciones muy antiguas y nuestra identidad galesa no se ve alterada por esa unión económica", apuntó. El escritor ha conseguido vender más de 150 millones de libros y ahora ha cerrado su trilogía "The Century", con "El umbral de la eternidad", un friso del siglo XX que presentó en su edición en español.
De esta manera, pone punto y final a las más de .000 páginas que comenzó a escribir hace siete años -y que han resultado en la publicación de un libro cada dos años durante este periodo- para retratar todo el siglo XX. La venta de los dos primeros tomos supera ya los dos millones de ejemplares en castellano.
"El ser humano está ahora mejor que hace cien años", ha apuntado. En cualquier caso, ante las diversas preguntas sobre una posible futura III Guerra Mundial, Ken Follett ha preferido no pronunciarse porque no se ve "con autoridad". "No lo creo, pero no tengo capacidad de predecir el futuro. Además, no me gusta adoctrinar y prefiero que los lectores saquen sus propias conclusiones", concluyó.