Muy compleja sucesión primero de Javier Arenas y luego de Juan Ignacio Zoido en el Partido Popular de Andalucía (PPA). Vuelta casi a la salida de casilla porque nunca entró en las estrategias del equipo de Mariano Rajoy la derrota en los últimos comicios autonómico y la irrupción de un liderago tan fuerte como el de Susana Díaz, actual presidenta de Andalucía y mujer que pisa fuerte en el PSOE (Partido Socialista Obrero Español).
Mariano Rajoy duda al encajar tres piezas: la candidatura para los comicios europeos, el abrir una crisis de Gobierno y elegir el mejor liderazgo para Andalucía. Si de Rajoy dependiera, optaría para Andalucía por Miguel Arias Cañete, ministro de Agricultura, y María del Mar Blanco para la lista del Parlamento Europeo evitando abror ahora una crisis de Gobierno, asunto que no considera prioritario.
A su reflexiones se ha unido el deseo súbito de María Dolores de Cospedal, la número dos del partido, de una solución inmediata con la propuesta de elegir a Jose Luis Sanz, decisión frenada en el último momento. Rajoy comprobó lo complejo de las diferentes corrientes en el partido y la importancia de acertar en los liderazgos en Andalucía, la comunidad donde no se ha producido aún una alternancia en la historia de la democracia. Si el Partido Popular no logra imponerse en Andalucía, le será muy difícil construir una nueva mayoría absoluta.
Para que el problema sea mayor, definitivamente han estallado en esta elección de la sucesión de Juan Ignacio Zoido los reproches internos entre Javier Arenas y Maria Dolores de Cospedal, las grandes personalidades enfrenrtadas, un asunto que afloró en toda su dimensión en el caso Bárcenas. Por el momento, las espadas en alto.
Rajoy aceptó abrir el gran debate de la sucesión de Juan Antonio Zoido pero frenó el deseo, según informaciones de Hechos de Hoy, de una decisión inmediata. Por lo tanto este miércoles se celebra una junta directiva en Sevilla para convocar un congreso extraordinario para marzo pero sin aún el candidato definitivo. Rajoy duda porque sabe bien de la importancia de acertar en tres cuestiones que son muy relevantes. Estas reflexiones de fondo apuntarían también a que si hay una crisis de Gobierno será más profunda que el simple relevo de un ministro.
