A los catalanes, la carta abierta que Felipe González dirigió el pasado domingo desde El País contra la propuesta independentista de la lista Juntos por el Sí de cara a las elecciones del 27 de septiembre (ver en Hechos de Hoy, El mayor aldabonazo de Felipe González a quienes callan la verdad en Cataluña), ha tenido una respuesta especial.

El presidente de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, ha contestado en una carta abierta también en El País A Felipe González… y a los españoles. "Felipe González no cree en la ruptura de España. Tampoco yo creo que Cataluña se rompa. Pero sí me preocupa el desgarro en una y otra", señala Duran, quien ya agradeció el gesto a Felipe González el pasado domingo.

"Las posiciones e ideas del expresidente del Gobierno cuentan en España, en Europa, en América Latina y en otras partes del mundo. De ahí la importancia de sus opiniones sobre el delicado momento que vive Cataluña con la apuesta de una parte de ella por la ruptura y desconexión con España", escribió.

Duran, que defiende que ha "procurado hacer del diálogo la divisa principal de la política", aboga por un entendimiento que considera "necesario". "Ahora más que nunca, diálogo, pacto y transición", dice, añadiendo que no cree que en estos momentos España esté en peor posición de salida que tras la muerte de Franco. Asimismo defiende la Constitución de 1978 por haber supuesto para Cataluña los años de "mayor progreso económico, social y de autogobierno desde su milenaria existencia" y asegura que nunca se ha arrepentido de votar ese marco institucional.

Por otra parte, el presidente de Unió asegura que "fue un error hacer el Estatuto sólo con una de las Españas. También el PSOE se equivocó". Y añade: "Ya antes nos equivocamos gravemente al garantizar la última legislatura del presidente Pujol con el apoyo de un PP que tenía mayoría absoluta en las Cortes. Pero el error más grave lo protagonizó el PP con su campaña en contra".

Un cúmulo de errores, según Duran, que concluyó con la sentencia del Tribunal Constitucional. "Pero de hecho, y eso es lo que hoy cuenta, en el imaginario catalán sólo permanece la realidad de una sentencia, que la mayoría no ha leído pero ha sido esgrimida como la prueba del algodón de la exclusión y ruptura del marco constitucional". En este sentido, asegura que "cobra fuerza la dialéctica acerca de quién dejó a quién": "¿La Constitución a Cataluña o Cataluña a la Constitución?".

Tras criticar el inmovilismo, eadvierte, al igual que González, de los riesgos y costes que tendría una hipotética independencia, que tacha de negativa para todos: "¿Para Cataluña? Sí. ¿Para España? Por supuesto, ¡también! ¡Y para la Unión Europea!". "Todos los españoles deberían exigir diálogo de sus gobernantes, que es lo que Felipe González llama entendimiento", recalca.

Asimismo, añade que el camino es "llegar a reformas pactadas que garanticen los hechos diferenciales". Además, apunta que "nos conviene una masa crítica que orille a la insignificancia a quienes desde España hacen irresponsablemente votos para que los catalanes se vayan de una vez y a quienes, desde Cataluña, desprecian al resto. La voladura del catalanismo moderado que representaba Convergència y Unió es una mala noticia para toda España. Por eso, algunos, contra viento y marea, intentamos reducir al máximo posible el alcance de la orfandad".

Por último, lamenta que confrontar Cataluña con España "da réditos electorales", en una crítica directa a la lista de Juntos por el Sí, y apunta a que la única manera de avanzar es "superar la ignorancia en este debate". "E ignorancia no es no conocer o saber de las cosas: la ignorancia que permite esos réditos es la que no quiere conocer o saber esas cosas. A Felipe González y a todos los españoles incumbe acabar con ella".