Pese a todos los debates en canales público y privados de difusión nacional, llega el verdaderamente importante, el que se celebra en la escena mediática de Cataluña, chez Godó.
En tiempos de zozobra de los diarios impresos hay que anotar el músculo multimedia del grupo Godó con su televisión dirigida al gran área metropolitana de Barcelona, 8tv,y un diario, La Vanguardia, que circula sobre todo en Cataluña.
El debate entre el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo y el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, es importante y morboso. Ambos deseaban este intercambio de golpes. Este debate puede ser relevante por el nivel alto de abstencionistas que las encuestas midieron el pasado fin de semana.
8tv (anteriormente Td8 y City TV) es un canal de televisión autonómico privado de Cataluña. Está operado por Emissions Digitals de Catalunya, cuyo accionista mayoritario es el Grupo Godó. Josep Cuní modera este cara a cara, el debate más esperado de toda la campaña.
Antes de este debate, el ministro de Exteriores matizó lo dicho por el presidente del Gobierno en Onda Cero (ver en Hechos de Hoy, Mariano Rajoy contra la leyenda urbana de una crisis por falta de diálogo).
Afirmó que los catalanes "en absoluto" podrán mantener la nacionalidad española si Cataluña se independiza del resto de España.
"Cuando uno se sale de un país abandona todos los atributos que le da la pertenencia a ese país. Decir esto -que podrían mantener la nacionalidad- es una ocurrencia que no se quien ha dicho".
Recordó que cuando las repúblicas iberoamericanas se independizaron de España, en el siglo XIX, todos sus habitantes perdieron la nacionalidad española. Argelia es otro ejemplo que citó el ministro, ya que cuando se independizó de Francia, sus habitantes "perdieron la nacionalidad y la ciudadanía europea"
Sobre las elecciones del domingo, vaticinó que si los soberanistas logran la mayoría absoluta, "seguirá una tensión y una cierta frustración en la sociedad catalana". "Lo que tocará es soldar la fractura entre los catalanes que aspiran a la ruptura de España y el resto de españoles", quienes viven la campaña "con angustia, porque hay toneladas de afecto entre las dos partes".
Sin duda es el debate central de la campaña en un momento, precisamente, en que toda la atención está puesta en la movilización del voto en la gran área metropolitana de Barcelona.
