Baracak Obama sigue muy pendiente, en su agenda doméstica, de la campaña de las primarias y las reacciones ante el trumpismo, los desmanes de Donald Trump que tanto rechazo suscitan en Estados Unidos y América Latina (ver en Hechos de Hoy, Wisconsin, el golpe inesperado de Ted Cruz a todos los excesos de Trump).
Pero a la vez mantiene el foco sobre su objetivo prioritario, acabar con la expansión del terrorismo yihadista que busca cambiar la geopolítica de Oriente Medio, destruir la convivencia e imponer una dictadura de barbarie y sangre.
En su reciente viaje a Buenos Aires, Barack Obama explicó con claridad la importancia de que se logre el final de la guerra civil en Siria. De igual importancia considera la estabilidad de Irak. Para ambas misiones, el presidente cuenta con la capacidad de gestión de John Kerry.
El secretario de Estado viajó con esta misión a Bagdad tras su visita a Bahréin donde agradeció la capacidad, entrega y servicio de los efectivos de los buques de la Marina de Estados Unidos como el USS Devastator.
A Irak llegó con el plan de celebrar consultas con el primer ministro Haider al Abadi; el ministro de Exteriores de Irak, Ibrahim al Jaafari, y el presidente de la región autónoma kurda, Nechirvan Barzani. John Kerry no había viajado a Bagdad desde septiembre de 2014, cuando se puso en marcha la coalición internacional bajo mando norteamericano contra Daesh (Estado Islámico, ISIS) en Irak y Siria.
A Estados Unidos le preocupa ante todo la estabilidad de Irak, la devastación de su economía, y la falta de planificación seria de las acciones militares para recuperar la integridad del país. De nuevo, Estados Unidos quiere apoyar políticamente a Haider al Abadi en su lucha sobre todo contra la corrupción, y la élite de funcionarios agarrados al poder.
La lección de Estados Unidos es la de la importancia estratégica de luchar contra la corrupción y el escenario de cuotas étnicas y sectarias que no ha ayudado a crear un clima de confianza. La agitación política en Bagdad puede minar. o incluso destruir, los esfuerzos contra la guerrilla suní radical. Esta vez John Kerry viajó a B gdad con una misión delicada.
