El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, aseguró en su visita a Madrid que "no ha observado" la existencia de "un plan diabólico para derrocar el Gobierno de Alexis Tsipras" por parte de los gobiernos de España y Portugal.
Jean-Claude Juncker lo subrayó en la conferencia de prensa en el Palacio de la Moncloa junto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al presidente de la República de Francia, François Hollande, y el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, en el marco de la Cumbre sobre interconexiones europeas.
"No he observado en las últimas semanas que Portugal y España tengan un plan diabólico para derrocar el Gobierno de Tsipras", afirmó para apuntar que "si hubiera tenido la sensación de que Mariano y Pedro tuvieran ese plan tan horripilante" hubiera actuado.
El presidente de la Comisión Europea afirmó, sin embargo, ante los dirigentes europeos que "de Grecia tendremos que hablar con mucho respeto y respetar la dignidad de esa gran nación" porque, aseguró, "los ciudadanos griegos tienen que hacer frente a problemas ingentes".
Mariano Rajoy, por su parte, reclamó ante sus colegas comunitarios que "todos sepamos mantener las formas y cumplir nuestros compromisos". "Yo siempre lo he intentado hacer", dijo tras defender que las decisiones en el seno del Eurogrupo se toman "por unanimidad y acuerdo".
"No ha habido ni más ni menos exigencias, hemos tomado las mismas decisiones para pretender que se crezca", aseguró tras apuntar que "el único problema fue una acusación" que, reconoció, no le gustó personalmente de que Madrid y Lisboa pretendían "cambiar al Gobierno griego".
Mariano Rajoy realizó estas declaraciones tras las acusaciones vertidas por el primer ministro griego, Alexis Tsipras -asunto que destacó Hechos de Hoy-, de que España y Portugal trataron de llevar a Grecia "al abismo" para "evitar un riesgo político interno". Madrid y Lisboa trasladaron una queja a la Comisión Europea por estas acusaciones