El Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos investigará si la película Zero Dark Thirty, en español La noche más oscura, habría llevado a cabo una investigación secreta sobre la tortura que sufre Bin Laden en el film por lo que interrogará a la CIA sobre la información que llegó a compartir con los responsables de la película.
Así lo han confirmado al menos tres senadores estadounidenses, que hace dos meses calificaron el film basado en la operación militar que acabó con la vida de Osama Bin Laden, de “inexacto y engañoso”.
Los senadores son la presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, la demócrata Dianne Feinstein; el presidente del Comité de Fuerzas Armadas del Senado, el también demócrata Carl Levin, y el legislador republicano John McCain. Los tres han comunicado que investigarán si la directora, Kathryn Bigelow, y el guionista, Mark Boal, tuvieron acceso "inapropiado" a información confidencial.
“La película implica claramente que las técnicas de interrogación coercitiva de la CIA fueron efectivas para extraer información importante relacionada con un mensajero de Osama Bin Laden. Hemos revisado los documentos de la CIA y sabemos que eso es incorrecto”, han señalado.
“No se puede responsabilizar a la CIA de cómo la agencia y sus actividades quedan reflejadas en la película, pero aún así estamos preocupados, dada la cooperación de la CIA con los responsables del filme y la consistencia de su narrativa con declaraciones públicas equivocadas que hicieron en el pasado algunos exfuncionarios de la CIA, por la posibilidad de que los guionistas pudieran haberse confundido por información que les proporcionó la CIA”, han comentado.
Los senadores han exigido tener “toda la información y documentos proporcionados a los responsables del filme por funcionarios de la CIA”, sin embargo, una fuente de la propia CIA dijo a la cadena CNN que la agencia tiene previsto cumplir con la petición de los senadores. Michael Morell, director en funciones de la CIA, ha tratado de separar a la agencia de la película.
A través de una carta enviada a los senadores hace dos semanas, Morell ha comentado que lo que quiere “que sepan que La noche más oscura es una dramatización, no un relato realista de los hechos” y ha subrayado que la CIA colaboró pero “no controla el producto final”. También admitió que “parte de la información provino de detenidos sujetos a técnicas coercitivas, como es el caso del ahogamiento simulado, pero hubo muchas otras fuentes”.
“Nunca podrá saberse si esos métodos, ahora prohibidos, eran la única forma apropiada y eficaz de obtener los datos”, ha subrayado. Michael Morell y el jefe de la unidad antiterrorista de la CIA hablaron con el guionista del filme mientras éste investigaba para escribirlo. Los senadores también enviaron otra carta al presidente de la productora de la película, Michael Lynton, para que negara que la tortura que se emite en el film, está basada en hechos reales.
La noche más oscura
