François Hollande condecoró de forma póstuma al policía Jean-Baptiste Salvaing y la administrativa policial Jessica Schneider como caballeros de la Legión de Honor. Reivindicó su honor y les calificó de "centinelas de la República''.
Aseguró que Francia "continuará su implacable lucha contra el terrorismo con más determinación", subrayando que toda Francia mostró "indignación" por las circunstancias de su muerte, y en particular porque tuvo lugar en presencia del hijo de ambos, Mathieu, que fue liberado una vez que las fuerzas del orden abatieron a Larossi Abballa en el interior de la casa de los dos funcionarios.
El hombre que mató a los policías había anunciado en un mensaje publicado en Facebook convertir la Eurocopa en un "cementerio". Publicó el video pocos minutos después de los asesinatos.