Una excelente acogida. Eso es lo que ha tenido El corredor del laberinto en la taquilla de Estados Unidos. Su recaudación supera los 32 millones de dólares por lo que a su productora, 20th Century Fox, no le ha quedado otra que anunciar su secuela, Las pruebas, que se estrenará en 2015.
El estudio quiere aprovechar el éxito, y va a seguir la tónica de otras franquicias como Los juegos del hambre, cuyas secuelas se han estrenado con un año de diferencia. De esta manera, la segunda entrega cinematográfica de la saga inspirada en las novelas de James Dashner llegará a los cines el 18 de septiembre del próximo año.
Asimismo, y como era de esperar, Wes Ball, director de la primera cinta, se volverá a poner detrás de las cámaras, para adaptar el guión escrito por T.S. Nowlin, quien coescribió El corredor del laberinto junto a Noah Oppenheim y Grant Pierce Myers. El reparto, lo más seguro, que siga encabezado por Dylan O´Brien, Aml Ameen, Ki Hong Lee, Blake Cooper, Thomas Brodie-Sangster, Will Poulter y Kaya Scodelario.
En España, El niño, la película de Daniel Monzón que se ha convertido en la sorpresa del verano gracias a su recaudación, que supera los once millones de euros, ha sido desbancada del puesto número uno de la taquilla.
La cinta que ha podido lograrlo es El corredor del laberinto, distribuida también por Fox (al igual que El niño), con una recaudación de 1,4 millones de euros frente a los 1,2 millones de la película protagonizada por Jesús Castro y Luis Tosar.
La cinta se centra en el joven Thomas que cuando despierta, se encuentra en un ascensor y no recuerda quién es. Es el año 2024. De pronto, el ascensor se detiene, las puertas se abren y una multitud de chicos lo recibe. Ha llegado al Claro, un lugar rodeado de altísimos muros con dos portones que todas las mañanas se abren y dan paso a un inmenso laberinto. De noche, las puertas se cierran y por el laberinto circulan unas aterradoras criaturas llamadas laceradores.
Todo lo que ocurre en Claro sigue unas pautas: al abrirse las puertas, algunos chicos salen a correr al laberinto para buscar una salida. Una vez al mes, el ascensor sube con un nuevo chico, nunca una chica… Hasta ahora. Tras la llegada de Thomas, suena una alarma y el ascensor trae a otra persona. Es una chica, y en la nota que la acompaña pone: "Ella es la última. No llegarán más". Las cosas en el Claro empiezan a cambiar. Y lo único en lo que Thomas puede pensar es en lo mucho que desea ser un corredor.