2015 intenso e incierto desde el primer momento. Hay posibilidad de adelantos en todos los escenarios políticos en España excepto en País Vasco y Galicia que serán en 2016.
Tampoco se pueden descartar comicios anticipados en Cataluña (las tensiones y los forcejeos en torno al llamado proceso soberanista que encabeza Artur Mas), y en Andalucía si Izquierda Unida rompe con Susana Díaz.
En 2015 sólo hay un hito fijo, el del domingo 24 de mayo para las elecciones municipales, y autonómicas en todas las comunidades excepto Galicia, País Vasco, Cataluña y Andalucía. Habitualmente, las elecciones municipales (todos los ayuntamientos de España) anticipan las tendencias para los comicios generales.
El 20 de noviembre se cumple el mandato de las Cortes y, por lo tanto, acaba la legislatura. Legalmente, la Constitución permite llegar hasta el 17 de enero para celebrar las elecciones generales. En principio, Mariano Rajoy (PP) y Pedro Sánchez (PSOE) son los candidatos de las actuales primeras fuerzas políticas, lo que fue un bipartidismo desde la Transición.
Sin embargo este panorama político podría cambiar de forma sustancial con la irrupción de Pablo Iglesias (Podemos), Alberto Garzón (Izquierda Unida), Rosa Díez (UPyD) y Albert Rivera (Ciudadanos). Hay gran atención en los analistas, en tendencia señalada por Hechos de Hoy, al papel emergente de Albert Rivera tanto en el escenario de Cataluña como en los locales y regionales a nivel nacional en una fuerza regeneradora de centro izquierda.
En este marco de 2015, se podría decir que la economía tiende a mejorar y la política a retroceder. Recuperar la relación entre la sociedad y la política fue el nervio central del excelente mensaje del Rey Felipe VI (regeneración colectiva y cortar de raíz la corrupción). En la mirada hacia este año tan decisivo para España se hace necesario subrayar que el cambio más deseable es el consolidar las reformas. Abogar por una gestión justa de las mejoras económicas conseguidas, aplicar un reformismo inteligente, e impulsar una política efectiva de pactos, el pactismo como filosofía, podría ser la hoja de ruta más edecuada para avanzar en el año de los enigmas.
